¿Quieres jugar con fuego?

4. Mi realidad

Voy de camino hacia el estudio. Iré a ver unos diseños que utilizare en la semana de la moda en New York. Desde pequeña me gustó todo el tema del modelaje, además mi madre es diseñadora de moda y de ahí me adentre más.

Dejo mi coche en el estacionamiento y bajo de el para adentrarme al edificio.

Al entrar me quedo en recepción donde una asistente me pide mi abrigo, entro al elevador y voy al quinto piso, llego y salgo del elevador, al lado derecho están dos secretarias haciendo llamadas, una secretaria termina de hacer la llamada y repara su vista en mi, me ve superficial, camino hacia ella y ella levanta su mentón.

—Vengo con Ken Leone.

—Y... ¿Usted es? —Arquea una ceja.

—Layla Pert. —Al escuchar mi nombre se queda muda y yo niego con la cabeza.

La otra secretaria se da cuenta del error y habré los ojos cómo platós. —Señorita Pert una disculpa, es nueva, así qué...

—No, no, así está bien. —Ubico mi vista en la secretaria que cometió el error. —Ahora sabes quien soy, si eres tan amable de comunicarte con Ken y informarle que estoy aquí. —Ella asiente y coje el teléfono para hacer la llamada e informarle.

Espero un momento hasta que habla. —Señorita Pert, el señor Leone me informa que pase. —Yo asiento y tomo mi bolso.

Tocó y resivo un "adelante" en forma de respuesta y ahí esta él. Esta vestido por un traje rosa con negro, unos tenis blancos, unos lentes típicos de el. Me recibe con una sonrisa y yo se la devuelvo, camino hacia el y lo abrazo y igualmente hace lo mismo.

—Siento mucho por lo que acabas de pasar con la secretaria, creen que por trabajar para mí pueden tratar a las personas como se les da la gana.

—No te preocupes, no sabía quien era, pero ya le informe quien soy, además es nueva. —Se encoge de hombros y le resta importancia, camina hacia el escritorio y se sienta en el.

—Te extrañe, ¿por qué no habías venido a visitarme, aunque sea a la empresa?

—Yo igual Ken, lo siento tenía unos proyectos en la universidad por eso no había venido, pero... aquí estoy para ti.

—Que bueno, se acerca la semana de la moda y necesitaba de ti, eres una de las modelos principales. —Sonrió y el también.

—Me dijiste en la llamada que viniera para ver algunos de los diseños y el estilo que van a llevar esta temporada.

—Ah si, deja le informó al tercer piso que tengan todo preparado para nosotros. —Asiento y el presiona el botón para informar.

Pasan unos segundos cuando la secretaria contesta. —Señor Leone.

—Sarah, informa al tercer piso que en unos minutos bajo junto con Layla Pert para ver los diseños.

—Okey, ¿Algo más señor? —El conecta su vista en mi y asiente.

—Si, una botella de vino y dos copas, por favor.

Termina la llamada y yo me siento en uno de los sillones que quedan enfrente de su escritorio.

Ken, es uno de los socios de las empresas de moda de mi madre, los dos son grandes amigos, lo conocí a los 16 años, y se convirtió en mi Runway Coach; su objetivo es manejo del cuerpo, corrección de posturas, estilo, giros, actitud y armar una rutina para un desfile. Desde ese momento se volvió fundamental en mi vida.

—¿Como has estado Layla?

—Un poco presionada y estresada, además ayer tuve una discusión con mi madre. —Le dedico una sonrisa triste y el me la devuelve.