Un consejo muy consejudo

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¡Hola! ¡He vuelto! Espero que os guste y si me podrían ayudar votando y compartiendo, o si prefieren solo seguir está historia.

Al final de unos cuantos minutos volví a hablar con cansancio

-¿Por qué el anillo?

Quise averiguar y Shirou se asustó por mi pregunta

-Ya te lo dije

Fue lo único que respondió

-Lo sé

El mutismo volvió mientras bebíamos soda pero nuevamente se vió interrumpido por el albino quién de nuevo habló

-¿Por qué fuiste con el albatros?

-¿Sigues enojado por eso?

-Solo quiero saber

-Oh, bien, en ese caso, él me dijo que me acompañaría y no me negaría a su compañía

-¿Por qué no?

¿Sería raro decirle? No claro que no

-Me gusta estar con el señor Pingua

Termine diciendo y dándole un trago a mi soda, lo mire de reojo y no hace nada, está ahí sentado viendo las estrellas

-¿Cómo te fue con tus hermanas diciéndoles sobre...

-Bien, eso creo

Interrumpí antes de que me recordara la muerte de mis padres

-Bien

Respondió.

No sé cuánto pasó desde ese diálogo porque ya no hablamos simplemente nos mirábamos de reojo, sin decir absolutamente nada o nada que amerite ser nombrado.

Es sorprendente pero el ambiente no es tenso, ni incómodo ni mucho menos molesto, solo es tranquilo, no hay nada de que hablar nada de que pelear y creo que me está empezando a gustar el estar más tiempo con Shirou, es cierto que es un poco amargado y cascarrabias sin contar que solitario y cortante pero es un compa con buenas intenciones

-Lamento dejarte solo amiguito pero tengo que volver ¿Vienes conmigo?

-No, descansa

-Igual

Estaba por recoger las cosas cuando me interumpió Shirou

-Yo me lo llevo, anda ve a descansar

-Yo lo traje, aparte tú tienes trabajo que hacer

-Deja de discutir por todo y hazme caso

-No hay razón para que te ofusques

Comenté con gracia

-Entonces, nos vemos

Me despedí

-Adiós

-Descansa

-Igualmente

Camine al interior de la cooperativa con el clima cálido y sin luces, me encerré en mi habitación y con lágrimas en los ojos logré consiliar el sueño

3:12am

Unos sollozos me despertaron lo cual me asusta, tal vez sea la llorona; me pare y me vesti con mi pantalón de pijama, camine descalza a la terraza que es de dónde provienen los sollozos, me asome para ver de quién se trataba y no ví nada, camine un poco más y divisé a Shirou recargado en un barandal de piedra (no me acuerdo cómo se llama) y creo que los sollozos provienen de él; me acerque y al parecer no se percata de mi presencia

En Apuros [Shirou Ogami y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora