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La chica observó como Iván ya se había ido por aquellas bolsas cosa que era totalmente falsa. Solo necesitaba estar tranquila y el chico en la puerta solo aumentaba la ansiedad imaginando muchos escenas que no quisiera recordar nuevamente. De forma apurada, recordando que dentro de poco la presencia de su ex cruzaría la puerta con mucha más razón intentaba salir temprano. 

Miró una laptop y se acercó. La encendió aunque estaba en suspender, y sorpresivamente no tenía contraseña por lo que decidió revisarla. No tenía su teléfono en ese instante y lo sabía, todo estaba bajo control o eso quería hacerse creer a sí misma. El solo hecho de mirar la hora a cada instante en su teléfono aumentaba el nerviosismo y las ganas de temblar. 

Se alejó por reflejo al observar una de los tantos programas abiertos y se sorprendió. Aún con su mano temblorosa, decidió apretar en el pequeño circulo tintineante rojo observando como se movía cada vez más cerca de ella. ¿Qué era eso? No podía ser lo que estaba pensando ¿O sí? ¿su ubicación?

Por otra parte, decidió investigar en documentos para ver qué otra cosa podría encontrar si es que salía viva de aquel sitio. No exageraba, el miedo hacia Tobías era real, completamente real pero estaba lista para cualquier cosa. 

Confundida se detuvo a observar una carpeta con números ¿En binario? 01001101 01101001 01100001 Y sin más en qué pensar decidió presionar en aquella carpeta soltando muchas más con fechas, fechas demasiado lejanas de hace 3 o 2 años. Aún más confundida decidió presionar en alguna aleatoria y varios videos salieron asustándola aún más. 

Presionó en el primero de la lista. 

— ¿Te gusta esto, verdad?  

— Ya te pedí perdón, basta.

—¿Me pides perdón y lo vuelves a hacer?

— No es mi culpa, él me habló primero. 

— Las mujeres siempre dicen eso. Que la culpa es del hombre y no de ellas por insinuarse. ¿Crees que no te vi como sonreías cuando te pidió una foto?  ¿Te gustó? 

— Tobías basta, me asustas. Ya te dije que el niño solo me pidió una foto. ¿Ya? ¿Me puedes soltar? Por favor.

— ¿Una foto? Ja ¿Una foto, dices?  

La chica soltó un grito debido al golpe que el contrario le proporcionó y en medio de llanto comenzó a suplicar que pare aquel juego que tenía. 

Con la mano en la boca y un gesto de sorpresa, pausó el video aterrada. No podía imaginar ese trato hacía su propia novia, encadenándola y acusándola de miles de cosas. Tal como un psicópata guardaba videos de esas torturas y golpes ¿Para qué? ¿Qué hay de divertido en estas cosas? Con un nudo en la garganta se dispuso a ver más y cada uno era peor. 

Poco a pocos pasos se hicieron notar detrás de ella y el sonido del giro de aquella cerradura fue lo que más la atemorizó. Asustada, bajó la tapa de la laptop y corrió a esconderse en el primer lugar que le vino a la mente. 

Los pasos cada vez se hacían mas fuertes y se notaba el desespero de la otra persona en encontrar a algo o a alguien. Era obvio que ya sabía de que había un intruso en aquella habitación y eso le asustaba mucho más a la rubia. 
Con ambas manos trataba de cubrir su boca y mantener su respiración lenta pero le resultaba imposible. Se lamentaba el haber llegado a aquel sitio pero entendía que no era tiempo de quejarse, estaba a un paso de la verdad. 

Una verdad mucho más escalofriante. 

Por debajo de la cama observó a los pies detenerse, ahí fue el momento con mucha más tensión. No creía en ningún dios pero justamente en ese momento le pedía, si es que existían, que la libre de tal situación peligrosa. Todo fue un silencio rotundo entre ambos y solo se escuchaba los autos de la avenida que estaba cerca, se notaba que los vecinos estaban relajados y no sabían que cerca algo malo estaba por suceder. 

— Te encontré. 


Jealousy  ┈━ Spreen [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora