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Wei Wuxian vagaba por la tarde entre los corredores de los recesos de las nubes, sin un destino fijo. El sol estaba por ocultarse y algunos discípulos estaban en las últimas clases. Todo estaba calmo, la brisa era agradable y le hacía ponerse de buen humor.

Hacía días que no había podido ver correctamente a Lan Zhan y aquella ansiedad que le causaba el no verlo por alguna razón le hacía querer salir corriendo a buscarlo.

Las emociones eran confusas y se arremolinaban en su pecho como una pequeña adrenalina al saber con lo que se iba a encontrar era a un Lán WangJi estudiando, se perdería en los detalles de sus dorados ojos brillando en el reflejo de las hojas de sus pergaminos y en sus túnicas tan prístinas que le hacían ver simplemente tan etéreo y hermoso que parecía irreal.

Lo miraría por un buen tiempo antes de despertar de su ensoñación sobre lo hermoso que era Lan Zhan y se acercaría haciendo bulla como siempre que estaba rondando al mayor.

Sin saber por qué, o siquiera el sentimiento que Lan Zhan causaba en su pecho, Wei Wuxian siempre querría más de eso.
Más de esa calidez que no obtenía en ningún otro lado más que en Lan Zhan.

Esa misma noche por fin, escribió en su diario después de muchos días.
Una corta, pero específica palabra.


"Estoy enamorado."

Diario de Wei Wuxian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora