Te doy las gracias por nunca dejarme en ningún momento, por compartir conmigo tus lágrimas, tus momentos, te doy las gracias por tu compañía durante las noches de soledad y los días difíciles, te doy las gracias por calmar mis tempestades internas, por ser mi refugio, te doy las gracias por estar conmigo, por darme vida y por otorgarme de la tuya, en fin, gracias por continuar aquí.
ESTÁS LEYENDO
LOS MENSAJES QUE NUNCA MANDÉ.
RandomTanto que pensamos, tanto que escribimos y tan poco que mandamos.
