Ese día

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Mason

Ey! Chilly despierta! Que son las siete-le empieza a tocar repetitivamente el hombro a Chilwell- Vamos, despierta.

-Qué pesado eres Mase.- Susurra Chilwell malhumorado.

El problema es que yo me despierto temprano y Chilly nunca se pone alarma, por lo que tengo que despertarlo, o sino se quedaría durmiendo hasta las 10.

Hoy es día de partido, por lo que tenemos que ir con los demás del equipo ha hablar con el entrenador sobre cómo tenemos que jugar, las tácticas, como van a defender los otros jugadores etc.

-Eh, Mase ¿estás bien?-Preguntó dudoso Chilly

-Eh sí, solo estaba pensando en mis cosas.- No me había dado cuenta hasta que Chilwell me lo dijo. Me había quedado mirando a la pared pensando en mis cosas. Lo paso bastante mal cuando no hago un buen partido, supongo que es porque soy bastante exigente, pero es lo peor. Ver cómo por un simple error tuyo habéis perdido el partido, me deja hundido. Aunque al final acabas acostumbrándote a ello supongo.

Como si Chilly me leyese la mente de repente comentó.

-Oye, ya sabes que si haces alguna cosa mal en el partido no pasa nada, no?- Me estaba mirando fijamente con un toque de compasión en su mirada- Si después del partido te sientes mal y te quieres desahogar, estoy aquí recuérdalo siempre.

-Te quiero Chilly.-Solté con toda la sinceridad del mundo y le di un abrazo.

-Bueno venga, ahora vamos a tomarnos el desayuno niñato.- Dijo Chilwell con una sonrisa en la cara, separándose de mi abrazo.

Él siempre sabe cómo hacerme feliz -pensé, lo cuál me provocó una sonrisa instantánea de boca cerrada-.

Fuimos al bar del hotel para tomarnos el desayuno, allí nos encontramos con Azpilicueta -que siempre se despierta antes que nadie y es el que siempre te encuentras en el desayuno temprano- estaba tomándose un café y comiéndose unas tostadas con mantequilla.

Nosotros decidimos sentarnos en donde se encontraba Jorginho, él me cae genial y siempre cuando hablo con él me acabo muriendo de la risa.

-Qué pasa guapos, ¿cómo habéis dormido?- Preguntó Jorginho.

-Bueno, al que tengo al lado mía le ha costado un poco levantarse -comenté mirando a Chilly- pero por lo demás, todo bien- Le asegure a Jorginho entre risas.

-Típico de Chilly.-dijimos riéndonos a la vez.

-Ey, dejadme en paz, son las 7 de la mañana y no tengo ganas de bromitas ahora mismo.- Refunfuñó Chilwell, mientras se sentaba en una de las sillas que había en la mesa en la que estaba sentado Jorginho.

Acabé de desayunar y luego me di una vuelta con Chilwell por Madrid.

*******

Ya nos encontrábamos en el estadio, solemos salir al campo una hora antes para calentar, ver el ambiente etc.
Estábamos saliendo del túnel de vestuario para llegar al césped y al ver a tanta gente en el campo me emocioné un poco, sí, lo sé, he jugado varias veces con el campo lleno, pero jugar contra el Madrid es una sensación diferente para mi.

Estaba mirando a la gente que había llegado a vernos cuando de repente la vi. Había una chica hermosa, de pelo castaño y ojos que no sabría decirte el color porque al estar lejos de ella, no los veía bien. Pero lo único que si que puedo confirmar, es que era hermosa.

En ese momento creo que Chilly me estaba hablando pero la verdad es que no le estaba haciendo caso, porque había alguien más que se había robado toda mi atención. No sé quien era, pero la iba a conocer, eso seguro.

-Mase, ¿me estás escuchando?- dijo Chilly un tanto molesto
-Eh, sisi claro
-Bueno, lo que sea, ¡has visto a Benzema!- comentó Chilly super emocionado- está a tan pocos metros que ni me lo creo.
-Chilly ¿sabes que vas a jugar con él no?
-Si, pero todavía no estoy preparado mentalmente para este momento

Mientras hablaba con Chilwell, me mantuve mirando a la chica, que se encontraba en el estadio. Estaba con un chico, espero que sea un familiar porque si es su novio voy a tener que competir contra él-espera, que acabo de pensar. A ver Mason literalmente nunca has hablado con ella, céntrate- vestía con una chaqueta del Madrid, supongo que querrá que perdamos nosotros el partido.

Luego de calentar con el equipo, empezó el partido. Metió Lukaku en la primera parte, dándonos la victoria en ese momento, al meter él el gol, lo primero que hice fue girarme para ver la reacción de la chica de la grada, se la veía enfadada, me gusta porque al menos ahora sé que sí que le gusta el fútbol. En la segunda parte nos empató el Madrid con gol de Benzema, me entró una presión en el pecho en ese momento esperando lo peor, aunque al ver a la chica saltar de la alegría, me dieron ganas de meter un gol para ver su reacción, me imaginé llevándomela a mis partidos y viéndola celebrar todos los triunfos.

Efectivamente, no sé como lo hice pero a pocos minutos del final meti gol. Salí corriendo hacia la esquina del campo para celebrar ese gol que iba a recordar toda mi vida. Pensar que ese gol podría darnos el pase a otra final de Champions, me inundó de alegría, y así fue.

La chica de la grada estaba siendo molestada por el chico que se encontraba a su lado- lo sé porque la había visto pegarle en el hombro-, supongo que el otro chico sí que nos apoyaba y le estaba picando por la pérdida del partido.

Al terminar el partido, sabía perfectamente lo que iba ha hacer. Fui a pedirle un papel al técnico, de la libreta en la que apuntan cosas, le pedí un boli, apunté mi número de teléfono y cuando quedaba poca gente en el estadio, me dirigí hasta donde estaba esa chica, le di con nerviosismo mi camiseta-para disimular un poco-y le pasé el papel.

Al estar cerca suya pude admirar mejor su rostro, al sonreír le salían unos hoyuelos que le daban un toque infantil, tenía una sonrisa hermosa, ojos marrones oscuros, piel poco bronceada y era más bajita que yo.

Lo único que espero es que me hable al teléfono, porque es lo único que me interesa en este momento.

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Hola. Quiero aclarar que la personalidad que le atribuyo a Mason, es la que yo quiero darle porque obviamente al no conocerlo, no sé como es. Ha sido un poco raro narrar este capítulo pero bueno espero que lo disfrutéis.

El final del tunel- Mason MountDonde viven las historias. Descúbrelo ahora