•Capítulo 2

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Llevamos caminando media hora, y según la pantalla de mi teléfono son las cuatro y cuarto de la madrugada.

Me encojo sobre mí misma al sentir mis huesos helarse por el aire cortante.

—Oye, Justin... ¿Queda mucho? Porque déjame decirte que hoy tenía pensado ir a casa antes, y mira por donde, tu dichosa idea de hablarme ha roto mis planes.

—Tranquila, fiera. Ya queda poco para el primer lugar al que quiero llevarte, confía en mí— ríe.

—No me llames así. ¿El primero? ¿Hay más? Ah, y no, no me pidas que confíe en ti  porque no lo hago.

Deja de andar un segundo para mirarme sonriente y niega divertido con la cabeza.

—Está bien. Muy pronto para dejar de ser ruda conmigo, lo pillo. Y en efecto, el primero de muchos. La noche es larga.

—Veo que entiendes que es difícil tratar bien a un tío que no conoces a altas horas de la noche— me río entre dientes—. Cuando me enseñes el lugar, me largo.

—Como quieras— carcajea.

Pasamos por la zona de rascacielos y pasan unos segundos hasta que me doy cuenta de que voy andando sola.

Miro hacia atrás y veo a Justin mirándome con una expresión divertida en frente de la puerta de un rascacielos de vidrios azules.

—¿No vas a entrar, ______?

—¿Vives aquí? Ni de coña voy a subir contigo a tu casa.

—No, bonita, no vivo aquí— ríe y abre la enorme puerta para entrar.

Sin remedio le sigo corriendo con pasos pequeños hasta uno de los ascensores.

—¿Entonces?

—Eres muy cotilla.

Le miro enarcando una ceja, pero admito que tiene razón y que lo quiero saber todo.

—Vale, sí, lo admito. Pero dime que coño hacemos en un rascacielos que ni yo misma podría pagarme ni para visitarlo.

El ascensor nos recibe abriendo sus puertas y mis ojos se abren asombrados al ver su interior.

Justin voltea su cabeza al señor que hay en la recepción, le saluda sonriente ganándose otro saludo de parte del hombre y se mete al ascensor. Le sigo y las puertas se cierran.

El interior esta echo por cristales tintados de gris claro y el suelo de un metal negro. Una luz fluorescente esta en el techo iluminándolo.

Justin le da al último botón del panel donde dice 'P.A'.

—¿Qué significa P.A?— pregunto intrigada.

Puede que me vaya a secuestrar y a violar. Sonríe, y un pensamiento macabro pasa por mi cabeza diciendo que con esa sonrisa dejaría que me violase cuantas veces quisiera.

Me deshago de esos pensamientos obligatoriamente, puesto que es un desconocido y no le veo atractivo.

Bueno, su sonrisa lo es.

—Personal Autorizado. Trabajo aquí y por eso tengo permitido entrar, ______.

—Vaya—digo con un poco de sorpresa en mi voz— ¿Y de qué trabajas? Porque el único trabajo que se me ocurre es el de limpiar escaleras y rellanos.

Ríe y su risa hace eco en el ascensor. Tiene una risa melodiosa. Ya se dará cuenta cuando sea mayor y se atragante con el aire al reír, de lo que ha perdido en la juventud.

Me río escandalosamente por mi pensamiento con una imagen adjunta de Justin con 70 años pareciendo un gato soltando una bola de pelos por la boca.

Me doy cuenta de que Justin ha dicho algo y yo solo me estaba riendo maniáticamente.

—Hm, lo siento. Estaba pensando en otra cosa.

Siento mi rostro calentarse y Justin niega pasándolo por alto.

—Decía que tienes un mal concepto de mi respecto a mi vida laboral— sonríe.

¿Se pasa la vida sonriendo?

—Oh— río leve—. No me juzgues. No te conozco y prácticamente me has arrastrado hasta aquí. Conociéndome a mí misma, es raro que no te haya pegado una torta cuando te has acercado.

Vuelve a reír y miro sus perfectos dientes mientras yo tengo las comisuras de los labios elevadas.

Para de reírse y me mira.

—Veo que es verdad que no te sueles fiar de nadie y que eres una chica ruda.

Le miro con una ceja alzada.

—Vale, puede que sea un poco ruda, pero cualquier persona en el mundo haría lo mismo si un chico que no conoces sabe algo de ti solo con deducirlo.

—Hey, no me lo eches en cara en todo momento de cómo nos hemos conocido— levanta las manos, y cuando estoy a punto de decirle que lo siento por mi dura actitud y que decido ser una buena amiga, las puertas se abren.

Salgo siguiendo a Justin y me doy cuenta que estamos en la azotea del edificio.

—¿Qué vamos a hacer aquí?

—Si dejases de preguntar tanto, te iría mejor en la vida—ríe.

—Mi vida va bien, dentro de los momentos que caben— me encojo de hombros.

Justin camina hasta la esquina y se apoya en el muro mirando hacia abajo.

Me pongo a su lado y miro también. Un vértigo me recorre todo el cuerpo y me echo para atrás bruscamente.

—Dios. ¡Los coches parecen

granos de arena!

Justin se da la vuelta y me sonríe, divertido.

—Creía que te había impresionado más que la estructura está torcida y parece que te caes.

Abro los ojos y Justin extiende una mano en mi dirección.

Me repito internamente portarme mejor con él y no ser tan ruda, pues el tenía razón en su hipótesis y no parece mal chico. Sobretodo puede decirme el secreto de esa sonrisa tan brillante.

—Ven.

Tomo su mano y él me guía hacia el borde. Se pone detrás agarrándome por los hombros y cuando veo un poco de la gran altura cierro los ojos.

—Abre los ojos, tranquila— susurra a mi derecha, gracioso por la situación.

Cojo su mano de mi hombro y la aprieto fuertemente.

Abro los ojos y veo lo mismo que antes. La bilis sube por mi garganta y el vértigo aumenta. Miro a los pisos inferiores y en efecto, me doy cuenta de que la estructura esta inclinada hacia adelante.

—Tengo miedo a las alturas muy altas, Justin, déjame bajar.

Cierro los ojos y me intento echar para atrás, pero Justin ríe y me empuja un poco más por los hombros.

—¡NO! ¡Me voy a caer! ¡Bájame, imbécil! Porque te juro que como me caiga, vas detrás mía y te uso de colchón para no matarme tanto como tú— grito con una opresión en el pecho.

Él me echa hacia atrás mientras se ríe y me abrazo a él con los ojos cerrados.

—Tranquila, ______. No ha pasado nada, llevo pocas horas hablando contigo, pero nunca te dejaría caer— susurra. Sus palabras me hacen darme cuenta de que es un gran chico y, aunque nuestra historia haya empezado rara, un poco psicótica y nada  común, podríamos llegar a ser muy buenos amigos.

Night's light {Justin Bieber} PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora