IV Nave Estelar

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Estaba mal empeñado en que me acompañaras, mal enfocado en quererlo todo, pero no ofrecer nada. Busqué y me perdí en los laberintos buscando al suicidio, a la muerte, a una salvación

¿Merecía esto? No amar a nadie y a la vez amar a tantas, que dentro de mí estuviera alguien más. El mundo siempre ha sido difícil e imposible, por ser así de delicado y sensible, por ser tan asustadizo de que mis sentimientos salieran yo nunca podría ser libre.

Ahora todo es tan ligero, todo este paisaje otrora podrido y ahora bellísimo, puedo sentir el viento moviendo mis rulitos, puedo sentir a todos tan cerca de mí, estamos en las dunas de lo que ha sido olvidado.

He estado hablando durante tanto tiempo con recuerdos en el espacio, entre los laberintos de mi alma, pude darme cuenta de que;

¿Tú hasta cuando serás presa del pánico?

Eso solo tú lo sabrás

Como sabrás también que cuando por fin te abras

Ya no habrá palabras

Sobrará sobar al alma

Y embriagar al corazón con rap buscando calma.

Todo lo bueno en mí se durmió, toda la magia se fue lejos durante mucho tiempo exploré paisajes oscuros y experiencias con la locura, con la drogadicción, mi niño interno fue hecho añicos y mi adolescente interno solo pudo destruir todo, fui esclavo de reacciones y situaciones impredecibles, solo huyendo a mi habitación, huyendo a mi locura, a mis fantasmas, al Ben ególatra que durante tanto tiempo dominó todo. Un infierno, he olvidado y enterrado todo aquello, así que murió, mi camino a la redención había comenzado hace años, estuve cegado a dar el siguiente paso, me demoré años en darme cuenta, pero aún no es tarde.

Sofía siempre vuelves conmigo, a traerme recuerdos cálidos, cuando bebimos en el bar, cuando corrimos lejos de todos.

Estos recuerdos están grabados en el alma, siempre serán lo mismo, no cambiarán nunca, pero estos recuerdos me ven visitarlos cada cierto tiempo, qué podrían opinar estos recuerdos ante este bello paisaje ahora, ante estos desiertos calurosos, a las playas en cerros ¿dónde quedó el vértigo? ¿dónde quedó el vértigo al ver tu voz?

Toda la maldad está dentro de mí, me la traje conmigo, siempre me acompaña, detrás de nosotros, intentando tomar el control, pero solo por miedo, solo por rehusarse al perdón, solo por resistirse a mi amor, al amor de Sofía, incapaz de creer ser merecedor de esto.

Te odié, te he enfrentado tantas veces, me usurpaste durante mucho tiempo, me costó separarme de ti, de todas tus mierdas, pero siempre tuviste razón en todas mis mierdas malas. Que fácil fue para mí culparte de todo durante tanto tiempo y de haberte dado la libertad de actuar sin límites.

Acabas de aprobar un ramo con un trabajo bastante decente. Ya sabemos lo que podemos lograr, podemos seguir trabajando.

El mundo y Sofía nos esperan.

Aún así el daño que me causaste fue demasiado pero necesario, ahora entiendo mejor todo, ahora ya no somos unos retrasados, aprendemos cosas, analizamos y decidimos con conciencia y amor. Así que ya no me pidan nada más, les cedí a todos, todos mis tesoros mas íntimos todos querían tener una parte de mí, todos eran el laberinto eterno en el que estaba atrapado, me destrocé en varios pedacitos, de nuevo y reuní a todos los Ben para creer en mí mismo. Salir del fango y de la mierda no me fue fácil, estuve apagado, estuve sin fe, sin objetivos, había desaparecido para mí mismo. Fueron años de un tortuoso olvido, no de nadie, sino de mí mismo, me odié y infundí todo ese odio en personas que no lo merecían y luego del tiempo, yo tampoco merecía.

Estaba enojado con el mundo, conmigo, con las cordilleras, con Sofía, conmigo mismo, con los miles de Ben que hubo aquí. Por eso ahora no es el momento de dormir, hay que seguir hasta el final de los tiempos. Aún queda muchas carreteras por explorar.

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