V Epistolares

3 0 0
                                    

Desde el barco Queen Anne's Revenge

Para Ben;

Cariño, me encuentro entre navíos surcando mares y viendo como las estrellas rajan los cielos. La marea es tranquila y la vela de mis aposentos está a la mitad, así también lo está la vela del Queen Anne. Estás dormido en algún lugar lejano y la luna brilla por entremedio de las maderas bañando mi rostro. Cada lunar en tu piel habla de historias fantásticas y terrores. Hemos estado buscando tanto encontrar tesoros allí afuera cuando el verdadero tesoro es el mismo existir en estos mares.

Te amo cuando tu mirada triste se expresa por toda tu cara, cuando miras y analizas las cosas, cuando eres tierno y racional conmigo, cuando me preguntas si puedes besarme. Te vi hundido en el cosmos querido, en varias realidades enfrentando a demonios, pero estoy aquí, ya nunca nada podrá separarnos. Te resististe tanto a entregarme a tu amor, a refugiarte en mis brazos y alas, estuviste tanto tiempo mirando hacia un lado en vez de mirar a tu interior.

Quiero compartir toda mi vida junto a ti, mi amado Ben me has brindado tu alma y nuestro cruce de historia me inunda de felicidad, soy tu amor y que nuestra unión va mucho más allá de la eternidad. Mi propósito es claro, que los ángeles y cuervos declamen este monólogo infinito, sin importar todo lo demás.

Tu necedad te hizo rechazar el amor debido al temor que habita en él y te encerraste en ti mismo para partirte en muchos Ben y te encerraste tras gruesos muros. Cuan egoísta, mezquino y ególatra fuiste, pero ahora puedes entenderlo. Has muerto de amor tantas veces y en mi alma siempre habrá cobijo para quién lo es todo para mí.

Nuevas aventuras nos esperan en estos peligrosos y emocionantes mares.

Nadie puede negarse al poder del amor, desde los mitos antiguos hasta la modernidad. Dioses, elementales, monstruos y fantasmas sucumben ante el poder del amor. Por el cálido abrazo del amor. Por los cálidos abrazos de nuestro amor.

Eternamente;

Sofía



Desde las playas volebrias

Para Sofía;

Me encuentro en playas repleta de dunas, mirando el universo pensando en lo lindo de tus ojos, en los cautivadores que son, son la perfección que me dejan ver tu alma, la ligereza de tu toque gentil es tan deslumbrante para mí.

Mis pensamientos siempre están dedicados al hogar y mi hogar eres tú. Estamos cosidos a los mismos astros.

A todos los Ben, los fantasmas y delirios me enfrenté para sentir el amor que ni la propia muerte doblegó.

Ahora ninguna implacable fuerza puede destruirnos.

Ahora podemos anidar en estos paisajes, en nuestros proyectos, siempre querré regresar contigo porque eres realmente mi hogar. Fui un tonto al negarme a sentir el poder del amor.

Querida, ya no estoy estoico, ahora podemos mochilear a donde sea, hemos navegado en las turbulentas aguas de nuestras almas.

Exploremos y encontremos nuevos caminos, me sentí tan perdido sin ti que ahora quiero conocerlo todo, he abierto mis ojos para ver todo lo que me rodea. Hay nuevos destinos esperando, mis recuerdos libraban batallas con el olvido, cuanto me dolió ver como todo se iba al pozo del infinito. Vayamos a encontrar los versos olvidados y todos esos sueños que siguen dormidos, despertemos al olvido, que devuelva todos los recuerdos.

Pastelito, puedo sentirte cerca de mí, puedo sentir tu abrazo cálido y tus besos suaves, puedo sentir cómo me envuelves entre tus brazos, cómo tu silencio me trae calma.

Contigo no debo ocultar quien soy, nunca más cariño.

Siempre agradeceré que te haya caído en gracia cómo conversamos.

Desde los continentes eternos;

Ben

EpistolaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora