Shang QingHua, que disfrutaba por fin unas pequeñas vacaciones, se dio cuenta que pronto se acercaba la Navidad.
Se puso a recordar que en su vida pasada nunca tuvo la oportunidad de celebrarla con un ser querido.
Por lo cual, le dijo a su hermano...
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__________________________________ «Mientras Shizun esté feliz, éste esposo también es feliz. » __________________________________
A pocos minutos de que dieran las doce, los señores de la cima salieron para la plataforma de Qiong Ding, donde se puede apreciar mejor el cielo nocturno.
Desde hace un par de horas, habían mandado a sus discípulos principales a sus cumbres, para llevarles los regalos a los demás y agregando de que se mantuvieran despiertos para la media noche.
Wei QingWei, como delegado de los fuegos artificiales, mandó a once discípulos a las cumbres hermanas con su propio arsenal de pólvora, para cuando se diera la orden, las encendieran casi al mismo tiempo, iluminando toda la montaña.
━━━Shang-shixiong, todo está listo para cuando des la orden. ━━━ Al decir eso, se ganó un pulgar arriba por parte del señor de la Cumbre An Ding y una mirada fría del Rey del Norte.
Todavía no se acostumbraba a la presencia de Mobei-Jun cerca de él, era muy diferente a la de Luo Binghe a la cual ya se estaba acostumbrando.
Decidió esperar órdenes de su Shixiong mientras se iba a hablar con la bella y sonriente Zhi QingRou, que se encontraba viendo parte de la vegetación de Qiong Ding que no encontraba muy seguido en su Cumbre.
━━━ Después de esto, ¿qué sigue? ━━━ preguntó Liu Qingge a Shen QingQiu, este último respondió sin problemas. ━━━Shang-shidi tiene un regalo para todos como agradecimiento por haber colaborado.
El señor de la Cumbre Bai Zhan se quedó callado por un momento, mirando de reojo al señor encargado de supervisar a An Ding, quien hablaba animadamente con ese demonio de hielo, quien no parecía querer hablar pero escuchaba atentamente.
Para cuando Liu Qingge se marchó de su costado, Luo Binghe aprovechó que la molesta persona ya no estaba cerca y abrazó por la cintura a su esposo de manera disimulada, sabiendo que Shen QingQiu tenía una cara muy delgada sobre estas cosas.
