Alguien para Amar [Completa] #1

Capítulo 13

Las piernas me tiemblan y mi corazón pretende salirse de mi pecho mientras camino hacia el auto de Justin, quien está fumando un cigarrillo perdido dentro de su cabeza.

La suave brisa de la noche golpea mi cuerpo haciéndome estremecer, pero eso no consigue que mi cuerpo baje los grados que los labios de Justin subieron en mí. Camino unos pasos detrás de él mientras lo observo mordiendo mi labio inferior sin enterarme.

Aprovecho y saco mi teléfono para enviarle un mensaje a Emma haciéndole saber que me volvería con Justin y disculpándome por haberme ido así, unos segundos después ella me responde diciéndome que le cuente que es lo que pasó y me avisa que Jacob la dejaría en su casa. Respiro hondo y me tranquilizo sabiendo que no está sola. Dejo el momento de contarle lo que pasó para después, tengo demasiadas cosas en la cabeza como para armar una idea concreta sobre algo justo ahora.

En su auto todo es silencio, expectativa y tensión, todo junto. Siento unas ganas irreparables de largarme a llorar, de alegría, de emoción, de tristeza ante su reacción después del beso. Tengo ganas de saber qué es lo que está pensando justo en este instante. Ganas de que hable conmigo al respecto.

Ganas de decirle que pare el auto, sentarme a horcajadas de él y besarlo hasta el día de mi muerte... saborearlo de la misma manera que él hizo conmigo, dejarme llevar y disfrutarlo, enloquecerlo...

Estoy revuelta y mareada. No consigo ordenar mis pensamientos así que solo me concentro en bajar la ventanilla para respirar aire fresco y lograr que mis mejillas pierdan el color rojo que seguramente es muy notable en este segundo, suelto todo el aire contenido y hago mi mayor esfuerzo por ignorar su sexy presencia a mi lado.

Quiero que diga algo, quiero decir algo, pero las palabras se estancan en mi garganta así que permanezco callada.

Justin

Solo tengo en mi mente la forma en la que su boca encajó con la mía a la perfección, en como sus dulces labios me buscaban con desesperación haciéndome perder la cordura. En cómo se sintió tenerla estremeciéndose entre mis brazos mientras la besaba. En que me desarmó por completo en un solo instante.

¿Cómo es posible que un beso pueda ser así de avasallador y yo no lo supiera hasta ahora, mejor dicho, como puede ser que no lo supiera... hasta besarla a ella?

Me siento como un imbécil porque no tengo la más jodida idea de cómo se supone que debo manejar esto.

Estoy desesperado por volver a besarla... por volver a sentir esa especie de click dentro mío, como si de repente todo encajara de manera perfecta, como si ella lo encajara todo dentro de mí con sus labios. Volver a estrecharla contra mi cuerpo y tocarla de todas las formas posibles.

Estoy volviéndome loco tratando de contenerme para no mandar todo a la mierda, uso todo mi autocontrol para no volver a besarla, a sentirla sobre mi cuerpo y follarla hasta escucharla gemir mi nombre.

Porque, sí, me traigo unas malditas de ganas de adentrarme en ella tan profundo provocando que grite de placer que la entrepierna comienza a molestarme otra vez.

Joder.

Dirijo mi mirada hacia ella y me permito observarla.

Se encuentra con los ojos cerrados mientras el viento le da en la cara, mi mirada baja a sus labios rojizos e hinchados por la manera en que le mordí la boca hace unos minutos. Luego deciden bajar hasta sus piernas apretadas, y de solo pensar que está tan mojada como imagino aprieto tanto el volante que mis nudillos se ponen blancos.

En un momento de desesperación y estupidez, de querer dar rienda suelta a mi deseo, estaciono el coche de una frenada que hace que Valery abra los ojos con sorpresa. Y, sin siquiera darme tiempo a pensar en lo que estoy haciendo, tomo su muslo con fuerza para alzarla y sentarla encima de mí, a lo que ella jadea en respuesta, la tomo del cuello con una mano, de la cintura con la otra y estampo mi boca contra la suya con ferocidad, desesperado por tener su contacto otra vez.