Alguien para Amar [Completa] #1

Capítulo 21

10 años atrás...

Mi mami está hablando por teléfono mientras cocina mis galletitas favoritas. Sé que habla con la vecina que vive a unas cuadras de nuestra casa, desde que llegó se la pasan hablando. Yo le dije a mami que quería conocerla, y ella me contestó que pronto la invitaríamos a casa.

Estoy aburrida, así que tomo el autito de juguete que me regaló mi papi y corro hacía el patio.

― ¡Valery! ¡No corras, hija!

― No estoy corriendo mami — le miento mientras suelto una sonrisita.

Acomodo mi vestido y me siento en el pasto del jardín para jugar. Los autos me gustan mucho más que las muñecas, son más divertidos.

Estoy imaginando una carrera cuando algo cae en mi cabeza haciendo que suelte un quejido. Me apresuro a ver que es lo que me golpeó mientras me froto el golpe con mis manitos.

Hay un balón enfrente mío. Me acerco y lo tomo para observarlo con curiosidad.

― Oh no... — escucho la voz que parece ser de un chico a través de la reja.

Frunzo el ceño y comienzo a caminar hacia la salida del jardín.

Entre los barrotes observo a un niño más alto que yo, quien también me inspecciona de arriba abajo. Sus ojos son grises, nunca había visto ojos grises antes y son muy bonitos. Alzo la mirada hacia su cabello, tampoco he visto un cabello tan oscuro antes. Su mirada queda en la mía.

― ¿Es tu balón? — le pregunto.

― Sí... estaba jugando y se escapó. — responde. Su voz también es diferente a lo que me imaginé. Es profunda.

― Pues me golpeó en la cabeza, ¡mira! — lo acuso mientras me inclino para que mire mi golpe.

― No tienes nada. — dice cruzándose de brazos.

Aprieto los labios ante su contestación. Me dolió lo que su balón me hizo.

― ¡Valery! ¿Qué haces? — pregunta mi mami saliendo de la casa para acercarse hasta mí.

― Buenas tardes señora, lo siento por molestarla pero mi balón se ha caído en su jardín, solo venía a recuperarlo. — comenta el niño enseguida.

¿De repente es amable? Mentiroso. No me gustan los mentirosos. ¡Está fingiendo!

― Oh cariño, no hay problema. Valery, ve por el otro lado y devuélvele su balón a... ¿cómo te llamas cielo?

― Justin. — contesta como si sintiera orgulloso de su nombre.

― Bien, ve Valery.

― No quiero, su balón me golpeo en la cabeza. — me defiendo apretando el balón contra mí.

Mi madre se apresura a inspeccionar mi cabeza, y al parecer no encuentra nada.

― Valery, no seas caprichosa y hazme caso.

Vuelvo mi mirada a Justin, quien me sonríe victorioso al conseguir lo que quería.

― Está bien — acepto a regañadientes.

Comienzo a caminar hacia la entrada con la mirada fija de Justin siguiéndome a cada pasa desde detrás de la reja. ¿Qué es lo que tanto me mira?

Cuando llegamos hasta la entrada nos paramos frente a frente y tengo que levantar la cabeza para mirarlo a los ojos. Estiro mis bracitos hacia él, que toma el balón con sorprendente delicadeza y se me queda mirando.

Justin

Tomo el balón por inercia sin despegar mis ojos de la niña, tiene cara de enfadada y eso la hace parecer adorable por alguna razón. No puedo evitar que se me escape una sonrisa.