III- Oportunista tal vez..

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   Así está la cosa Elfa. Con tanto sedentarismo es lógico que engorde, pero como soy rey en la ironía y estoy tan debidamente coronado por ella... adelgazo.
Tal vez es el estrés. Si pudieras notar este índigo, este azul tan nauseabundo; quizas podrías entender por qué me he dejado desgastar. Creo, que si te hubieras vivido como lo hice yo, que si tu existencia hubiera quedado marcada por un 'Elfo' como me sucedió a mi, hasta podrías escuchar mi pena, palparla como tuya tenerla estacada.
Seguramente te sentirías igual de inhabitada, como si tu alma no perteneciera o hubiera partido... tras de mi?

                                                    
...

Hubo un día especial. Ella salía tarde del trabajo, cargaba con dos grandes bolsas de basura y se había dejado caer sobre el contén de la acera con ellas a los lados. Le causaban gran estorbo, pues parecía estar muy cansada como para agregarle un pequeño tiempo más al trabajo. Así que aprovechando el momento como buen oportunista cruce la calle para ofrecerle mi ayuda.

—Hola. Parecen molestar— le dije, mientras ella, haciendo otro esfuerzo alzaba la mirada para ponerle nombre a mi voz.
—Permiteme hacer esto por ti— tomé las bolsas y sin escuchar réplica alguna me dirigí hacia la esquina de enfrente, para luego volver a donde ella e intentar una vez más penetrar el velo.

—Yavanna... ¿estás bien?
Ésta vez, sus defensas parecían estorbarle más que las bolsas negras.. y cedió:
—No, no lo estoy— sorprendido me senté a su lado, en donde con gestos de ira se frotaba la cabeza como quien lo hace para calmar un dolor muy fuerte— Pero no te preocupes. Que tengas buena noche— y llevandose las manos a las rodillas intentó reponerse.

No sabía que hacer...
Mi mente toda se pausó, partida en dos:
Detenerla y pedirle por favor que contara conmigo; o dejarla ir, y evitar entrometerme.
<<¡Qué hacer! Qué decir>> Poco a poco fue volviendo el movimiento. La vi tomar su alma del contén y querer partir. Aún estaba confuso, pero noté algo más: no quería dar paso alguno aunque aparentaba.

—Yavanna..—dije con timidez— perdona si soy atrevido, se que has optado por apartarme desde el primer momento en que intenté conocerte; no haces más q darme de lado, pero aunque no lo creas así, siento como si si inintencionadamente me buscaras... o simplemente alguien que te tienda una mano..
—O un oido...—volteandose cabizbaja me miro a los ojos. Y en profundo tono dijo— necesito contar lo que sé; pues creo haber notado algo importante, eso que llaman... la verdad.

Elixir de Yavanna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora