Pasaron tal vez quince minutos, quince minutos donde habían comenzado una plática amena y tranquila, se dedicaron a conversar temas vagos de la escuela. Las cosas que se les complicaban e incluso una que otra anécdota que le había sucedido a Rindou con algunos profesores. Estaban inmersos del exterior, Souya dejo de escuchar los truenos y llegó a pensar incluso que ya todo había terminado
Por un instante el peliazul dejo de prestar atención al contrario y bajo la mirada apenado, sus mejillas volvían a pintarse de ese bonito carmesí, que el menor Haitani creyó inconscientemente que volvería a llorar
— ¿Sucede algo? —ante la pregunta el contrario sonrió ligeramente y negó con su cabeza, no quería meterlo en más problemas, ya lo había ayudado—
— S-solo tengo un poco de hambre
Rindou comprendió enseguida y pensó por un momento, tal vez podría salir e ir a la cafetería para conseguir algo de una máquina dispensadora. Aunque recordó el paquete de galletas que guardo en el descansó y el jugó que no se había podido terminar
Giro su torso un momento y busco en su mochila— ¿Qué haces?
— Tengo algo por aquí, espera- —busco en el interior hasta que al fin pudo dar con los alimentos, pero su sorpresa fue ver a la envoltura de galletas casi vacía. Jodido Kokonoi, seguramente él había agarrado— n-no es mucho, pero, puedes comertelo
Souya estaba aún más avergonzado, se sentía demasiado pequeño en ese momento y un sentimiento indescriptible lo estaba inundando, cada pequeña parte de él. Sabía que estaba emocionado, pero había algo más que lo estaba poniendo nervioso
— G-gracias, ¿Quieres?
Esta vez fue él quien le ofreció al mayor, pero este enseguida se negó, con la excusa de no tener hambre. Así pasaron otros simples cinco minutos, cuando el peliazul bajo sin querer su mirada al suelo y noto agua, entonces de nuevo entro en pánico. Se levantó en cuestión de segundos sorprendiendo al contrario, quien lo miró preocupado
— A-agua. —señalo hacía el suelo, donde el charco se hacía cada vez más grande alcanzando casi al rubio con mechones, quien se levantó igualmente rápido— R-rindou el agua esta entrando
— Esta bien, tranquilo, v-vamos a tener que salir de aquí
Vio al contrario acomodarse ambas mochilas, y esta vez fue él quien tomo la iniciativa de tomar su mano, así ambos comenzaron a caminar hacia la salida de la biblioteca.
El más alto fue quien asomó su cabeza sobre la puerta, dándose cuenta entonces como hasta el final del pasillo, en la puerta de la entrada, se veía claramente como está retenía una gran cantidad de agua. Tal vez no por mucho tiempo; jaló al menor a gran velocidad tratando de evitar que mirara hacia atrás, llendo directamente hacía las segundas escaleras que estaban cerca de la cafetería— R-rin, e-espera
En un instante, dejo de sentir el calor de la mano del contrario, lo que lo llevo a girarse con rápidez y ver a un Souya en el suelo mientras trataba de levantarse
— Maldita sea, fue mi culpa, ¿E-estás bien?
— Si, solo mi tobillo, me lo doblé
No tuvo tanto tiempo de pensar cuando el estruendo de otro trueno se escucho y esta vez el resumbar de las ventanas también vibro por el lugar. Las manos del contrario se aferraron a él con fuerza, llorando casi enseguida, dando la entrada en segundos a la gran cantidad de agua que derrumbó la puerta de la entrada
Pasó todo en un solo segundo, el miedo lo invadió demasiado rápido, así que por impulso él solo pudo atinar a cargar al menor y correr con toda su fuerza como podía hacia las escaleras. Subió hasta el nivel medio de estas y de un tropiezo cayó al suelo con Souya en brazos
Estaba jadeando, estuvieron a nada de ser arrollados por una avalancha de agua— ¿Souya tu tob- —ni siquiera pudo terminar de hablar cuando sintió de nuevo el peso sobre él, pero esta vez estaba siendo abrazado mientras escuchaba de nueva cuenta los sollozos del menor— Hey, todo estará bien
— ¡Gracias! N-no se que hubiera hecho sin ti...
Había pasado ya mínimo una hora desde el accidente, ambos seguían en la misma posición de las escaleras mientras Rindou abrazaba a Souya tratando de tranquilizarlo. Habían tratado de comunicarse con sus padres o algun número de emergencia, llamándolos e incluso enviando mensajes con su ubicación y pidiendo ayuda, pero en un lapso la señal parecía a verse ido
Tenían llamadas de ellos incluso ya, las cuales no habían entradoEl tobillo del menor estaba hinchado, no era nada grave, pero aún le costaba moverlo un poco. El de mechas había tratado de distraerlo hablando sobre algo trival, pero el peliazul parecía no tener intenciones de hablar ni soltarse de su lado
— R-rindou
Ante el llamado, el nombrado giro su rostro y trato de buscar la mirada del más bajo, pero esta no hacía nada más que mirar al piso y llorar en ratos. Acariciando su cabello suavemente, respondió con un simple 'si' en señal de que le prestaba atención y esperó a que siguiera hablando
— Tengo mucho miedo. N-no quiero que te pase algo por mi culpa, tu estas cuidando de mí y yo solo sigo llorando, p-por favor perdóname —sonrío ligeramente siendo sincero y levantó el rostro del contrario para limpiar con cuidado y con sus pulgares, el rastro de lágrimas que tenía...—
𝗉𝗑𝖽𝗆𝗑𝗑