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Me desperté en el momento en que mi alarma sonó, apagué la alarma y me levanté lo más rápido que mi cuerpo cansado me permite.
Eran las 5:30 de la mañana, escuchaba a mi padre en el gimnasio de la mansión, el cual se encuentra en el tercer piso, me cambio mi pijama de leones por mi conjunto deportivo azul y voy a la cocina por proteína, después de eso, salgo de casa y empiezo a correr por el valle de Godric, saludo a la señora Potter cuando la veo regando sus flores aún siendo temprano, luego de unos minutos más voy a casa y me dirijo hacia el tercer piso.
Al llegar hago calentamiento para no sufrir un calambre u otra cosa, en eso mi padre se gira hacia mí.
-Vamos Irina, pelea contra tu padre -me dice marcando su acento ruso.
-Creo que hoy es el día -digo sonriendo levemente- voy a ganarte, padre -me coloco los guantes de kickboxing sin dedos.
-Veamos si puedes, mini Volkova -dice colocándose en posición, mientras yo entro al ring.
Levanto mis brazos poniéndome en posición, lanzo el primer golpe, pero él lo esquiva en un movimiento ágil. Estuvimos un tiempo lanzando golpes, esquivando, bloqueando, uno que otro golpe hasta que mi madre nos interrumpió.
-Cariño, sabes que el momento en el ring es sagrado -dice mi padre, jadeando un poco por el entrenamiento.
-Lo sé, pero es del departamento de aurores.
-Ve a contestar, papá, debe ser importante -le digo quitándome los guantes mientras respiro entrecortadamente, veo la hora y eran las 9:30.
Caminando lentamente hacia mi habitación, me ducho y me visto con una blusa negra, pantalones rojos, botines con un poco de tacón negros y mi chaqueta de cuero roja (regalo de mis padres).
El desayuno con mis padres fue tranquilo, papá leyendo el profeta, mamá hablaba de su salida con la señora Potter, eran amigas desde hace muchos años, por lo que James y yo nos criamos prácticamente juntos.
-Irina, ya es tarde, ve por tus cosas para ir a la estación -me ordena mi madre.
Me atraganto con la pieza de pan que acababa de masticar, mi padre me da unos golpecitos en la espalda para ayudarme.
-Voy -digo limpiando la comisuras de mis labios y corro al segundo piso subiendo la escalera de dos en dos.
Agarro mi baúl y bajo las escaleras de un solo salto, olvidándome del tubo de bombero, pero recibo un golpe en la nuca.
-¡AUCH, MAMÁ!
-Sabes las reglas, nada de super habilidades.
-Ya sé, ya sé, "no deben vernos haciendo nada fuera de lo común" -recito con voz aburrida- porque un fénix se enorgullece de servir, más no para gloriarse
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The Phoenix -Época Merodeadora
Action𝑫𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒇𝒖𝒊 𝒇𝒐𝒓𝒋𝒂𝒅𝒂 Irina Volkova Presley es una chica rusa, oculta varios secretos que cambiaría la percepción de las personas.