BLOODY HELL ;
rose becker es una adolescente que perdió a su hermana, el asesino descubre que ella tenía cámaras dentro de su casa ; donde Billy entra en su vida evitando que descubra la verdad.
« Mamá, me enamoré de un criminal »
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SOLO EL AMOR PUEDE DOLER ASÍ
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La brocha de maquillaje pasaba por las mejillas de Rose dejando un leve color rosado en ellas al igual que sentía cada fibra de ésta entrando en estado relajación, tomó el color rosa abriendo unos centímetros sus labios para colocarlos en ellos mezclando los colores.
Colocó una pulsera en su mano dejando caer su cuerpo en la cama ocasionando que su cabello color castaño se extendiera en ella. Su vista se quedó en un punto fijo de pared soltando varias risas silenciosas las cuáles se convirtieron en carcajadas, unas lágrimas bajaban por su rostro arruinando su ligero maquillaje.
El sonido del timbre la hizo callarse elevando su anatomía, su mirada fue al espejo notando el color negro en sus mejillas. Sus pasos eran lo único que se escuchaba bajar por las escaleras hasta llegar a la puerta.
— ¿Rosé? — el entusiasmo de la rubia se convirtió en confusión viendo el estado de la menor, Tatum se adentró a la casa viendo con un toque de compasión en su mirada viendo a Becker, sonrió a medias sacando toallas de su bolso limpiando su maquillaje corrido. — ¿Segura que está bien?
La castaña asintió borrando unas cuanta lagrimas de sus ojos luego de tener el rostro sin una gota de polvo.
— Es hora de irnos — la tomó de la mano dándole ánimos para salir de su casa. La menor mantenía una ligera sonrisa que apenas se notó al entrar a la camioneta.
El viaje se mantuvo en silencio hasta llegar a una casa pequeña, pero apropiada. Las dos chicas se bajaron dejando a Rose sola con Dewey, el chico la tomó de la mano dándole a entender que quería hablar.
— Cada vez estamos más cerca, Rose — dijo el mayor calentando su mano, la castaña abrió un poco sus ojos al igual que sus labios separando sus manos del chico. Asintió con una sonrisa forzada relajando su rostro.
— Será mejor que entre — salió de la camioneta llegando al par de sus amigas. Se vieron entre sí entrando por completo a la casa donde el ruido retumbaba por todo el lugar. Rosé hizo una mueca sin ser vista debió al alto ruido que provocaba la canción, era linda, pero ruidosa.
Las chica entraron primero sin darse cuenta que la castaña se había quedado atrás, antes de pisar la alfombra rosada que estaba en la entrada para los invitados. Rosé soltó aire tratando de calmar sus nervios y sus sentimientos. Hasta que un ruido al fondo la sacó de sus pensamientos sobre su hermana, se volteó con rapidez sin lograr ver nada al fondo del bosque. Caminó unos metros cerrando los ojos con fuerza y sacudiendo la cabeza, detuvo su cuerpo al igual que tensar su mandíbula.
