10 ━ happy death day

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FELIZ DÍA DE TU
MUERTE.

Las gotas de agua caían sobre las sombrillas de todos los presentes, algunos lloraban en sielncio, otros se mantenían serios viendo a la única familiar de Beatrice Becker, mientras más avanzaba la tarde se preguntaban en dónde estaban sus padres.

Rose avanzó unos metros para despedir y aceptar que el cuerpo de su prima, su mejor amiga, su confidente y su única familia caía sobre la tierra esperando florece algún día para sanar el dolor.

El tiempo avanzaba y todos desaparecían del terreno dejando solamente a Billy, Sidney, Tatum y Becker. Los tres tenían una prenda negra viendo a Rosé con una mueca de tristeza.

— Sabes que estamos para ti, si necesitas algo solo dilo. — Prescott pasó su lengua por sus labios viendo a su compañera con la mirada pérdida. La menor asintió para luego aceptar un corto abrazo de su parte al igual que con Tatum.

El silencio incómodo se apoderó del lugar cuando se quedaron solo dos personas y ninguno tenía ánimo de hablar. La primera en cometer una acción fue la castaña que se dispuso a caminar siendo seguida por Billy, él rubio cubrió su cabeza evitando que Rose tocara una gota que caían del cielo, las puertas de su hogar se abrieron dejando ambos chicos de frente.

— Nos vemos. — Becker estaba a punto de cerrar la puerta sin dejar hablar a su compañero, notó que su ropa estaba mojada causando una mueca en todo su rostro. Con un movimiento de manos autorizó que él individuo pasara a su casa. — Traeré ropa, puedes ducharte en mi habitación.

Billy asintió entrando a la dirección que fue asignada, dejó su vestimenta sobre las cobijas rosadas de Rosé. El agua caliente pasó por todo su cuerpo escuchando a unos metros que abrieron la puerta de la habitación ; era Becker dejando ropa en las sábanas.

— Pensé que no te quedaría. — comentó la castaña de espaldas con ambas piernas sobre el sofá sujetando su cabeza entre las rodillas viendo el fuego. Billy se acercó para sentarse a su lado contemplando su perfil. — Es de mi padre.

— Basta, Rose. — sus palabras la hicieron girar con una mirada confusa, él rubio se acercó unos céntimos tomando su mejilla y mechones como en la cabaña. — No tienes que aparentar ser fuerte conmigo, si vas a llorar, hazlo.

— Si no me hubiera ido. — dejó las palabras al aire soltando un sollozo, Loomis solo se quedó en silencio tomando su cabeza para colocarla en los hombros y quedarse ahí unos minutos.

— Date una ducha, voy a prepararte algo para comer. — ordenó elevándose del sillón al mismo tiempo que su compañera. Rosé asintió limpiando sus lágrimas con fuerza para darse la vuelta.

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El timbre del hogar sonó luego que Rose dejará abandonará el cuarto dejando la obligación de abrir la puerta al chico. Se acercó viendo a la castaña con una mueca nerviosa, abrió a los pocos segundos de saludar e intentar entrar pero la mano de Billy evitó su acción.

— ¿Qué sucede? — la mirada del rubio se posó en un disco que tenía en sus manos, la castaña la ocultó tras su espalda. Sidney se quedó en su lugar acomodadas su cabello tras su oreja.

— Necesito ver a Rose. — respondió aún con nervios tratando de ver atrás de la silueta de Loomis. Su mirada se quedó fija en su compañero que aún no apartaba la mano de la entrada.

— Sid, déjala en paz. — su tono de voz bajó haciéndolo calmada.

— Rosé no es tuya. — imitó su voz dejando un momento incómodo para ambos. Billy se elevó un poco apunto de cerrar la puerta en cara de la visitante.

— Lo sé, trato de protegerla.

Billy cerró la puerta luego que su vieja amiga se fuera por voluntad propia. Se dio media vuelta notando a Becker en la esquina de la pared con una ceja elevada.

— Vayamos a dormir. — tomó su espalda dando leves golpes para subir junto a ella las escaleras hasta llegar a su habitación.

Rosé acostó su anatomía sobre la cama para luego cubrirlo con una sábana, Loomis la imitó colocándose a su lado y abrazar sus hombros sujetando la cabeza de la castaña.

— Buenas noches, pequeña.

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El sol estaba saliendo pegando en el rostro del rubio sin poder evitar levantarse para ver la tranquilidad del rostro que tenía Becker mientras descansaba . Salió de su habitación sin hacer ruido llegando a la planta baja, notó a una cara conocida fuera de la casa.

Abrió la puerta llamando la atención del moreno quien estaba apunto de irse.

— ¿Billy? — preguntó el moreno una vez que él rubio salió, Tom alzó la mirada cuidando de no ser visto. — Supe lo de Beatrice, ¿cómo está?

— ¿Qué rayos haces aquí? — Loomis se acercó sin cuidado tomando la playera de su antiguo amigo. — Si fuera tú, saldría corriendo del maldito pueblo

— Viejo, tengo que darle la explicación a Rose.

Billy soltó una risa sarcástica dejando a Tom con una mueca de confusión por todo el rostro.

— Ella ya no te necesita. Me tiene a mí.

— Hijo de perra. — reprochó quitando sus manos de la playera que traía puesta.

Loomis sacudió sus pantalones una vez que vio irse a Blake, siguió su camino con tranquilidad silbando baby one more time hasta llegar a su destino. Compró una bolsa de huevo para regresar por su mismo camino.

Al entrar dejó de cantar escuchado murmullos, se detuvo en la pared viendo a Sidney levantarse del sofá lista para salir. Le dedicó una sonrisa a Billy saliendo a los pocos segundos.

— ¿Son las cintas no? — Rose ignoró su pregunta caminando hasta su lugar para tomar su compra. Loomis sujetó su brazo sin fuerza causando que se vieran a los ojos por unos segundos. — ¡Dios! No puedo estar con alguien traumada con su hermana muerta

Billy cerró sus ojos con fuerza mientras Rose posaba su mano sobre su mejilla con fuerza.

— Lárgate.

Tomó la bolsa para luego cerrar la puerta con fuerza sobre el rostro del rubio, soltó un suspiro para luego irse a la cocina.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐇𝐄𝐋𝐋 ⸺ 𝗕𝗜𝗟𝗟𝗬 𝗟𝗢𝗢𝗠𝗜𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora