𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐇𝐄𝐋𝐋 ⸺ 𝗕𝗜𝗟𝗟𝗬 𝗟𝗢𝗢𝗠𝗜𝗦

1 ━ who are you?

¿ QUIÉN ERES TÚ ?

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La maestra que se encontraba en ese momento al frente de sus alumnos regresó con un chico de cabello negro sentándose en su asiento ante la atenta mirada de todos, pues aunque nadie de ellos sabían nada de lo ocurrido una noche antes, temían a equivocarse y pasar el resto de su vida en prisión.

El nombre de Sidney sonó por el salón dado que ella no se levantó, la menor giró a verla mientras la rubia veía con tristeza el asiento de su hermana estando a un lado. La castaño. asintió volviendo a la realidad levantándose yendo hasta la biblioteca.

Todos los estudiantes salieron de sus salones desesperados haciéndo un gran tráfico para salir de la escuela, Rose notó desde una esquina que al momento de caminar hasta su lugar una mirada la estaba siguiendo desde el inicio de su caminata.

— no sé, si fuera el asesino no hubiera gastado mi tiempo con Casey. — mencionó un castaño a sus amigos cerca de unas bancas después de unos minutos de no hablar de absolutamente nada. Sidney, Billy junto con Titum voltearon a verlo sin poder creer su comentario mientras que su mirada estaba en la menor y un policía hablando de un tema desconocido. — Teniendo a una chica como Rose siendo su hermana, hubiera aprovechado para verle algo que sé yo.

— Tal vez está enamorado de ella — respondió Stu con un tono burlón ganando igual que su amigo también una mirada desagradable por su novia, y la pareja de un lado de el. — no me miren así, ¿quién no se fijaría en ella?

Los cuatro se levantaron rodando sus ojos viendo a los dos chicos que hacían bromas, el de lentes fue el primero en despedirse de su mejor amigo yendo hasta la castaña quien había dejado de hablar con el oficial.

— Hey, Rose. — llamó su atención corriendo hasta ella con libros en sus manos y una sonrisa por parte de ambos chicos. Becker respondió un sonidos y un saludo habitual. — ¿Cómo estás con todo esto? — preguntó con preocupación en sus facciones y tono haciéndo que la chica desviará su vista sin quererhasta la pareja de la cual Tom se había despedido.

— Ni siquiera lo sé. — respondió caminando de camino a su casa pateando una lata que estaba a unos pasos de ellos, siendo seguida por el chico de su anterior plática que acomodó sus lentes ante su gesto de confusión en su rostro. — Verás, días antes coloque unas cintas en nuestra casa sin que mamá y papá lo supieran. Puede que el asesino de Casey éste ahí — dijo sin voltear a ver en ningún momento a su acompañante que se había confundido por su respuesta. — Tengo que saber quien mató a mi hermana. Después que me dejen entrar a la vieja casa, claro.

Ambos caminaron al mismo paso sin decir una sola palabra, solo se escuchaba los pasos que los dos daban a su ritmo hasta que el de lentes llegó a su casa primero despidiéndose de la castaña con las manos y seguir su camino.

Rose abrió la puerta tirando su mochila al suelo para recortarse en su sofá después de despojarse de sus zapatos y su suéter escolar. Sacó su teléfono marcando el número de su madre y colocarlo en su oreja.

— ¿Cómo va todo, hija? — preguntó la voz suave y cortada que solía tener su madre, y más en esos momentos de tensión en la familia. Rose se levantó aún con el aparato en su hombro pegado a su oreja apuntó de ir por comida. — ¿Y qué tal la escuela, cariño?

— Va todo bien má, ¿ustedes? — término de preparar un sándwich yendo nuevamente a el sofá.

Dejó el teléfono después de terminar con su madre y después tomar una larga pero necesaria siesta. Incluso ella se sentía pésimo por actuar como si su hermana estuviera viva, pero aún no podía procesarlo por lo que decidió averiguar quién le había matado y después llorar.

O al menos eso se decía al dormir.

Los ojos de Rose se abrieron rápidamente por el sonido de el teléfono que ignoró con tal de poder dormir nuevamente, su cuerpo no pudo volver a la cama así que tomó el control encendiendo el televisor yendo hasta la cocina.

— ¿Es cierto que intentaron matarte? — las noticias llamaron la atención de manera inmediata por parte de la castaña dejando de lado su comida apreciando el momento exacto en donde su compañera de clase golpeó a una reportera que probablemente todos odiaban.

El viento la hizo erizar su piel soltando el plato en donde estaba su próxima cena directo al suelo rompiéndose de inmediato al tocar con el duro piso dejando cientos de pedazos rotos. El ruido de las ventanas abriéndose la asustaron haciéndola caminar hasta ellas causando unos cuantos rasguños en su tobillo y pie.

Después de cerrarlas se puso a la altura de los vidrios soltando el aire de sus pulmones mientras rodaba los ojos y maldecía por sus adentros caminando sin recoger nuevamente al sofá cerca de la puerta, cerrando esta.

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— Aunque no lo creeas tenemos más cosas en común de las que te imaginas, Sind. — Rose cerró su casillero mientras hablaba con su compañera quien la veía confundida, la castaña sonrió penosa guardando la llave de su estante en su bolsillo de pantalón. Sidney preguntó su referencia al comentario de la chica a la cual nunca le había hablado. — Mi hermana murió, y tu casi lo haces.

Antes que pudiera responder, el sonido de varias risas en los pasillos y un ruido inexplicable llamó la atención de las dos castañas al mismo tiempo. Un tipo con traje de bata negra y máscara blanca salió de el fondo corriendo hasta el final, Sidney se molestó sin demostrarlo saliendo de el lugar con una mano en sus labios apuntó de soltar en llanto.

— ¡Ojalá en la vida les pase eso, par de inútiles inmaduros! — gritó Rose a todos los chicos parando sus risas viéndola más serios, salió detrás de la otra castaña topando con un cuerpo mucho más alto que el de ella, la dejó en el suelo con un dolor en su trasero.

Se quejó cerrando los ojos por unos momentos y después tomar la mano de quien se la estaba ofreciendo para poder levantarse con más facilidad, agradeció con la cabeza deteniéndose a los pocos segundos ver con más detalle a el rubio que la había derrumbado.

— Lo lamento. — ambos se disculparon con el otro al mismo tiempo rompiendo la tensión que se había provocado causando un par de risas por ambas partes.

Rose se fue, no sin antes darle una última mirada mientras avanzaba a su trayecto, Billy se quedó viendo cada movimiento de la castaña hasta que entró a el baño de chicas y una voz conocida habló a un lado llamando su atención.

— Rose Becker. A todos nos ah pasado lo mismo, no te preocupes.