Capitulo 21: Pesadilla.

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Narra Mad

Se veía tan guapo, tan simple, tan tranquilo. Parecia un bebé enorme con tatuajes y tremendamente guapo. Por que lo es. Ha sufrido demasiado, tanto el como Sky , no merece todo esto.
Ese gran hijo de puta merece morir, que le maten lentamente. Sufrir como hizo sufrir a Jacob, Sky y a su madre.

Me quedo dormida acariciando el pelo de Jacob y mirandole. Mirando esa gran obra de arte.

*    *   *

Siento pequeños cosquilleos en mi cuello y cara, además de una pequeñas caricias. Abro los ojos perezosa y lentamente. Y le veo, veo esos ojos y esa boca, esa nariz y toda su perfección. Su sonrisa.

- Hola princesa. - dice sonriendome de lado.

- Hola mi boxeador. - le doy un pequeño pico que el convierte en un profundo beso.

- Repitelo - me pide con una sonrisa.

- El que? Hola?

- No, lo otro.

- Mi boxeador. - me besa. - Mi boxeador- repito y nos besamos. - Mi. - beso. - boxeador. - beso.

Estos momentos con el son más que mágicos, superan a la mágia y no es normal lo que provoca en mi.- Que hora es? - pregunta. Me encogo de hombros. Coge su móvil del sofá, se había caído de su bolsillo.
- Son las 5 de la madrugada. - dice tan sorprendido como yo.

- Tan tarde?

- Si, vamos te llevo a casa. - dice levantandose. Me levanto y me peino con los dedos como puedo, me pongo bien la ropa y me pongo los zapatos.

Me acerco a el y me coge de la mano, me tenso. Siempre me tenso cuando me coge la mano. El corazón me da un vuelco.

Nos subimos a la moto y me abrazo a su cintura, apoyando mi cabeza en la parte alta de su tonificada espalda.

Se ve tan sexi subido en la moto, sin casco y con el aire despeinandolo. Estaba tan concentrada en su belleza que no me doy cuenta que hemos llegado.

- Se que soy sexi pero ya hemos llegado, princesa. - dice con una sonrisa socarrona.

- Callate, idiota. - digo bajandome de la moto avergonzada.

Rie y me abraza por detrás, una vez llegamos a la puerta. Me besa la mejilla.

- Te quiero, princesa. Gracias por todo. - ese susurro en mi oído Me ha matado. Me giro y le beso. Nos besamos.

- Te quiero, mi boxeador. - le digo a centimetros de su cara mientras nos mirabamos a los ojos. Me besa.
- Em... Es muy tarde y, bueno, te quieres quedar a dormir ? Aunque sean ya las 6 de la mañana...- río nerviosamente. El me sonrie.

- Claro, princesa. - dice. Abro la puerta y entramos. Encendemos algunas luces y subimos las escaleras. Entramos a mi habitación.

- Te puedes girar? Es que me quiero cambiar. - digo incómdios

- Poder puedo, pero, y si no quiero? - pregunta con su egocentrica sonrisa.

- Pues que te hecho a patadas de mi casa. - digo intentando aparentar estar seria.

- Vale vale, princesa. Era broma - se rie y se gira.
Quito la ropa rapidamente y me pongo el único pijama que tenia a mano. Que se basaba en unos pantalones cortos con pequeños pandas y una camiseta de manga corta con un panda. Me quito el sujetador, no puedo dormir con sujetador. Gracias a dios, la camiseta es algo ancha.

Me giro y lo veo en calzoncillos " Calvin Klein", los cuales le quedaban tremendamente bien, miradome.

- Espero que no te importe. - dice, yo niego con la cabeza.
Me meto en la cama y el al lado mío. Era
un momento algo incómodo. Apago la luz y le doy la espalda. En un momento siento sus manos en mi cintura acercandome a el. Sus manos suben y bajan lentamente por mi cintura y barriga sin llegar a mis pechos. Me provoca leves descargas electricas en todo mi cuerpo. Suspiro entrecortadamente.

Mi BoxeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora