Prólogo

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Desde un principio supe que las cosas no saldrían bien, él nunca me mintió, me dijo que tenía familia y yo no le tome importancia, para mi solo era un juego, nada serio; no me imagine que me enamoraría de él. Cuando me di cuenta que estaba enamorada me empecé a sentir mal, porque él la engañaba conmigo, pero al final sabía que él siempre estaría con ella, pues ya tenían una familia hecha, tenían un hijo que los unía de por vida. Intente alejarme, intente ponerle fin a esto que empezaba a sentir, no quería salir lastimada más de lo que ya estaba, le inventaba historias para que dejara de buscarme, le dije que había empezado una relación y que no quería fallar a esa supuesta persona, todo era mentira, nunca tuve una relación porque siempre siempre él estaba presente en mi mente. Él dejaba de enviarme mensajes y yo creía que ya había entendido aunque me moría de dolor cuando no hablaba con él o cuando no lo veía; no pasaba ni una semana cuando ya recibía un mensaje o una llamada donde me decía que quería verme, que quería " hacer el amor ", yo no le contestaba, no contestaba a sus mensajes, a sus llamadas tratando de ser fuerte y no caer pues cada vez más se me hacía imposible sacarlo de mi mente y de mi corazón. Él al no ver respuesta de mi parte me buscaba por todos lados, iba a mi casa, a mi trabajo, en la calle si me veía me hablaba y yo por mas que intentaba alejarme volvía a caer, me iba con él, nos íbamos a esos lugares donde nadie nos veía, podía ser en mi casa, en la suya o en cualquier otro lugar solitario; nos entregamos en cuerpo y alma, como si no hubiera mañana, nos unimos en una sola persona, o bueno así lo sentía yo, lo miraba y veía como el me miraba, en esos momentos pensaba que él sentía lo mismo que yo, que me amaba pero después recordaba que no, eso no era así él solo sentía deseo y me daba cuenta que así era porque cuando terminamos todo era silencio, cada quien se vestía por su lado, ninguno de los dos hablaba, cuando ya estábamos listos el empezaba a conducir y me iba a dejar en cualquier sitio donde nadie viera que veníamos juntos, cuando nos separamos no decíamos nada, ni un beso nos dábamos era como si no hubiera pasado nada.

Y era en esos momentos cuando volvía a recordar que lo nuestro solo era sexo, que todas esas palabras bonitas que me decía solo eran para que yo volviera a caer, para que viera que estaba para él aunque él no estuviera para mi, y me repetía mil veces a mi misma que no, ya no podía seguir así, que terminaría muy mal si seguía con esto. Tenía que poner el fin...
Pero todos mis pensamientos se vinieron abajo el día en que él me dijo que me amaba, y que quería estar a mi lado, según él decia que estaba perdidamente enamorado de mi y que le dolían todas esas veces que lo alejaba, que no podía estar sin mi. El dia en que me dijo eso mi corazón saltó de alegría, de saber que él sentia lo mismo que yo. Pero no duraba mucho esto, a mi mente venían esos pensamientos que me decian que era mentira que solo lo decía para que siguiera con el, tal vez lo que el tenia era una obsesión. Mi corazón y mi mente se mantenían siempre en una disputa uno decía que el si sentia lo mismo que yo y el otro alegaba que no, que todo era un juego.

Eres ajenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora