A través de tus ojos

Capitulo 3

Alina

Un momento más tarde Dani el mesero llegó a nuestra mesa

— Lina ¿Otra vez aquí?

— Si, tuve un pequeño incidente con mi comida, podrías traerme lo de siempre - le dije reprimiendo una gran carcajada

— Siempre a tus órdenes Lina, ¿Y usted joven, que va a querer? - dijo dirigiéndose a Jota

— Lo mismo que Alina - respondió en un tono cortante

— En seguida vuelvo — y con eso, Dani nos dejó solos nuevamente

— Parece que tú y el mesero son muy cercanos ¿No es así? — preguntó Jota

— Algo así, suelo venir muy seguido a comer aquí, aún no entiendo por qué sigue llamándome Lina, le he repetido mil veces que ese no es mi nombre pero empiezo a acostumbrarme, de hecho siempre me atiende, sin importar la hora, pareciera que vive aquí

— ¿Y porque crees que siempre te atiende él? ¿Estará enamorado de ti? - dijo en tono juguetón

No me resistí y me reí, incluso más fuerte de lo que imaginé, no sé si fue por que estaba muy nerviosa o por qué lo que dijo fue realmente ridículo

— ¿Cómo se te ocurre? - le pregunté aún riendo

— ¿Por qué te ries? Eres lo suficientemente capaz de enamorar a un mesero

No supe cómo tomar su comentario ¿Era bueno? ¿Era malo? No comprendí, me límite a darle una sonrisa; Afuera la lluvia aumentaba su intensidad y parecía que no se detendría pronto

— ¿Que hay de ti? Hace años que no nos veíamos - pregunté para romper el silencio

— No mucho, sigo siendo el mismo de siempre

— No lo creo, pareces otra persona, antes eras un insoportable egocéntrico

— Eso es mentira -bufó.

— Sabes que no, en la secundaria ni siquiera me hubieras repuesto la comida que me tiraste

Él solo sonrió y negó con la cabeza

Y ahí murió nuestra conversación, Dani llegó con la comida y comimos en silencio, lo único que nos acompañaba era el sonido lejano de las demás personas hablando y el sonido de la lluvia golpeando las ventanas; a pesar de que el silencio me ponía algo tensa, me di tiempo de pensar ¿Esto podría ser una cita? ¿¡Estoy teniendo una cita con mi crush de la infancia!? involuntariamente sonreí ante esa idea

— ¿Por qué sonríes? - preguntó desconcertado

Su pregunta me alejo de todos mis pensamientos

— ¿Eh? Amm.... solo recordé algo, ya sabes, cosas sin importancia - respondí

Él regresó la vista a su plato y terminamos de comer en silencio, al momento de pagar le ofrecí dividir la cuenta cosa a la que él se negó rotundamente diciendo que me lo debía, pagamos, me despedí de Dani con la mano y salimos del lugar, una vez afuera la lluvia había disminuido, solo caían gotas diminutas casi nulas

— Bueno, gracias por la comida

— Tienes que dejar de agradecerme por eso, fue culpa mía - dijo

— Como sea, fue un gusto volver a verte

— ¿Porque te despides ahora? Iremos al mismo lugar

Lo mire confundida - ¿A mi casa?

— Si - respondió y empezó a caminar

Lo seguí aunque estaba muy confundida - ¿Por qué tú irías a mi casa?