Capitulo 4

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Iruka movía sus dedos como nunca, Kakashi solo lo veía con boca abierta. Era muy ágil y rápido, parecía un robot.

— ¡Iruka! Tómate un descanso... Trabajas muy rápido ¿no estás cansado?

— No. Es algo básico Kakashi ¿usted acaso no trabaja así?

— Obviamente no, soy más lento. — Sonríe, tenía tapabocas pero la mirada que le dirigía a Iruka era muy dulce. Iruka sintió algo abajo en su estómago y se lo agarro con su mano. — ¿Estás bien? Te pusiste rojo.

Asiente con la cabeza, se desconcentro y borro sin querer el archivo. Kakashi soltó una carcajada agarrándose el abdomen.

— Shh, nos van a ver y a oír. — Dijo señalando su boca con un dedo.

— No me calles, me quiero reír. Mi padre no se dará cuenta, aquí no hay cámaras, afuera sí.

Kakashi deseo callarse la boca. Entro Sakumo, con una cara no muy agradable, se acercaba lentamente a Iruka. Estaba que se moria ahí mismo, sudaba como nunca y no podía evitar suspirar.

— Kakashi, ¿a quién carajos contrataste? Esta basura no ha escrito nada, tiene el documento vacío.

— El tenía ya todo completado pero se borró. — Dijo mirándolo fijamente, no tenia la cabeza baja como se suponía. ¿Lo estaba enfrentando acaso? ¿estaba defiendiendo a Iruka? — Lo borre yo sin querer hace un rato.

«Me está defendiendo sin duda, que lindo. ¡Espera! ¿Por qué pienso eso?»

Se puso como un tomate, estaba caliente de nuevo y no era el momento.

— Mira a ese bastardo, esta rojo porque está mintiendo. — Dijo enojado señalando.

— Te puedes ir, pareces un bebé. — Dijo firme, se dirigió hacia el asiento de Iruka y le dio la vuelta a su padre.

Después de Sakumo irse, Kakashi alzó su mano y la puso en la espalda de Iruka. — Tranquilo, no pasará nada. — Sonrió de nuevo mientras acariciaba su dorso.
Iruka bajo la mirada y empezó de nuevo a trabajar, para la sorpresa de Kakashi Iruka seguía teniendo el mismo ritmo a pesar de todo. No podía evitar sonreír con el,
después de mucho silencio Iruka decidió hablar.

— Si quiere hoy puede quedarse en mi casa. — No le dirigió la mirada, pero ya entendía porque desde un inicio no quería estar en su casa.

— G-Gracias pero... ¿Seguro que estarás bien conmigo ahí? — Dijo Kakashi un poco preocupado. No entendía por qué siempre que estaba con el andaba alerta.

— Sí, esta bien... Solo que me tiene que ayudar con la comida. — Ríe disimuladamente. — Y no se me acerque mucho.

«No quiere hacer contacto conmigo... Lo sabia»

— ¿Por qué esa cara triste Kakashi? — Dijo acercando un poco su mano.

— Nada, solamente me siento cansado. — Sonrío con una mirada apagada, se sentó en su silla dejando a Iruka parado solo.

Iruka estaba confundido, ¿qué le pasaba? ¿Estará bien? Miro nostálgico y se dirigió a su asiento de nuevo. Esa tarde fue infernal e infinita, ninguno platicaba solo se miraban y ya. Como si no hubieran hablado con confianza nunca, iruka a pesar de dudar de él sentia curiosidad y un poco de incomodidad porque estuviera así.

Amante del sexo contigo (kakairu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora