sub!hyung line, dom!reader, mención de honorificos, fluff, alto contenido sexual (leer con precaución), siempre hacen a los chicos como esposos ricos, asi que es turno de que nosotras lo seamos je.
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seokjin ;
seokjin volvió a despedirse de sus padres antes de cruzar la puerta y subir a su auto. habia ido a visitarlos y a llevarles un poco de la esponjosa tarta que habia hecho esa tarde luego de su salida del spa. la sesión si que habia funcionado, los masajes y las máscarillas de frutos tropicales habian hecho mucho por su rostro. así eran los días de seokjin, si no salia a comer con sus amigos y amigas, visitaba a sus padres o a sus suegros. salía de compras con la tarjeta que su esposa le dió o buscaba paradisíacos lugares para una escapada de fin de semana con ella. despues de todo su esposa era la directora ejecutiva de una importante aerolínea, el dinero no era problema. antes de bajar del auto acomodo bien su cabello y aplico un poco del gloss de fresa que a su mujer le encantaba, tomó su bolso y emprendió su camino al último piso, directo a la oficina de su esposa.
- buenas tardes, la señora esta ocupada, señorito kim. - la secreteria de su esposa lo saludó con una advertencia.
- oh, eso no importa seongji, siempre tiene tiempo para mi. - soltó una risita antes de empujar un poco la gran puerta de caoba de la oficina, entrando como si fuera su casa. - hola amor.
- hola pequeño ¿como estuvo tu día? - murmuró sin levantar la vista de los papeles que estaba llenando pero aún asi movió su silla para que él se siente en su regazo. seokjin corrió inmediatamente para hacerlo.
- fue genial amor, fui al spa de chaewon, luego pase por un nuevo conjunto y un par de zapatos, fui a ver a mis padres y les lleve una rica tarta que hice y deje una pa.. - seokjin no pudo continuar porque sintió el brazo de su esposa sostenerlo por la cintura, mientras dejaba de vez en cuando besos perezosos por su cuello, todo esto mientras seguia firmando papeles. - amor, ¡espera!, me haces cosquillas. -
- lo siento principe, pero luces muy muy muy bonito con ese pantalón a juego con tu lindo blazer. - metió su cabeza en el hueco de su cuello. - mmh y ese perfuma que tienes bebé, me dan ganas de sacarte todo y oler tu cuerpo por horas.
- puedes hacerlo ¿sabes donde?, en el hermoso cuarto de una villa de bora bora, ¿podemos ir amor? porfis porfis. - hizo un puchero ante su esposa a la vez que esta sonrió y lo apretujaba más a ella.
- claro que sí, todo lo que mi precioso quiera. - besó sus labios antes de levantarlo e irse a casa.
