Sophia:
-Bien linda - dice cuando me bajo del auto. - ven aquí.
Voy hacia donde está él y me agarra la mano y me gira hasta que quedo de espaldas a él.
- ¿Qué haces?
- Te dije que era una sorpresa, y no la puedes ver hasta que lleguemos. - susurra en mi oreja.
Habíamos aparcado el auto en la acera de la ciudad. Y desde entonces empezamos a caminar hasta quien sabe donde.
- Si lo que querías era matarme con meterme en un callejón tenías. - dije y Mattew soltó una sonora carcajada.
- Pienso matarte, pero de otra forma. - dice él en mi oreja.
- Buena labia, ¿lo usas con todas?
- Solo con las importantes.
Este chico si que sabía hacer sonrojar. Pareciera que tuviera un libreto en la mano y supiera que decir en todo momento.
- Bien princesa. Hemos llegado. - dice y me suelta. Yo me llevo las manos a los ojos y cuando me voy a quitar la venda siento unas manos sobre las mías. - aún no pequeña. - dice y planta un beso en ambas manos.
Después de un rato que fue como una eternidad para mí escucho unos pasos acercandose lentamente a mí.
- Dame tu mano preciosa. - dice Mattew. Titubeé, pero al final se la dí. Caminamos agarrados de la mano mientras él me guiaba, hasta que nos detuvimos. - Bien, ya puedes quitartela preciosa.
Cuando me quité la venda, vi lo más hermoso que me habían hecho jamás. Estabamos en una especie de parque. Todo estaba decorado con pequeñas luces y con unas cuantas flores en el suelo. Era sencillo pero a la vez elegante y original. Había una pequeña mesa y una incleible vista. La luna estaba increíblemente hermosa y grande, se encontraba justo arriba de nosotros.
- Esto es... wow... - no encontraba palabras para describir el lugar. - esto es hermoso. - dije viendo a Mattew a los ojos, este tenía una amplia sonrisa.
- ¿Te gusta? - dijo viendome directo a los ojos. Su mirada me expresaba ternura y agradecimiento. Era una mirada sincera.
- Me encanta. - espeté si más, y Mattew agrandó su sonrisa, como si eso fuera posible.
(...)
Mattew:
Eran ya las 11 de la noche, la cita hasta ahora a sido espectacular, a pesar de que la policía nos paró supimos que hacer, me dió muchisima pena y me sentí demasiado incómodo cuando eso sucedió, pero ya no podía algo peor, ¿cierto?. En fin, hablar y estar con Sophi era lo mejor de este mundo, o por lo menos así lo sentía yo. Ambos nos quedamos un rato en silencio viendo la luna, yo de vez en cuando, sin que ella lo notará la veía. Se ve tan hermosa, la luz de la luna la reflejaba de una forma maravillosa su rostro. Estaba viendola cuando se volteó y me vió.
- ¿Tan loco te tengo O'Connor? - dijo con picardía.
Más de lo que crees - pensé.
- Ya deberíamos irnos, ¿no crees? - le pregunté
- Está bien - rápidamente me puse de pie y le tendí mis manos. Ella las agarro y la levanté, pero ella perdió un poco el equilibrio y para que no cayera la agarré de la cintura con ambas manos y la pegue a mí. Quedamos a centímetros de distacia, nos veíamos fijamente a los ojos. Estabamos tan cerca que podía sentir su respiración en mi cuello, fui acercandome a ella, vi sus labios y puse mi mano en su mejilla. Pero, como todo lo bueno llega a su fin, el mió llegó con el sonido de una alarma. Sophi se separó rápidamente y agarró su teléfono que en ningun momento nos había molestado, y justamente ahora sí... ¡diablos!
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Del negro al blanco.
RomanceSophia Herrera es una chica dulce, con grandes sentimientos, pero muy débil por dentro, es alguien que esta acostumbrada a dar demasiado y no recibir nada... todo cambia cuando se encuentra con Mattew O'Connor, el es completamente diferente a Sophia...