Capítulo 3: 1er encuentro.

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-Oye... emm... disculpa el abuso, pero quería saber si... pues... si podría almorzar contigo... es que no conozco a nadie y... pues... -dijo con sus ojos clavados al suelo.

-Por supuesto -dije sonriendo.

Apenas dije eso, levantó la cabeza y me vió directo a los ojos, debo confesar que se veía realmente tierno, sus ojos brillaban de emoción; termine de guardar mis libros en el casillero y empecé a caminar junto con Daniel al cafetín, era muy fácil hablar con él. Cuando llegamos, tomamos una bandeja y empezamos a escoger nuestros almuerzos, cuando por fin llego a la caja y pago mi almuerzo,  me doy media vuelta para buscar una mesa mientras que Daniel paga su comida; junto cuando me volteo,  me tropiezo con el pecho de alguien.

-Disculpa -dije mientras retrocedía y buscaba su cara; cuando la encontré me topé con esos ojos, esos perfectos ojos azules.

-¡Fíjate por donde andas! -dijo gritándome.

-Lo sien... -no pude terminar.

-¡Hey! aprende a respetar a una dama -dijo Daniel empujandome atrás de él.

-¿Y tu eres? -dijo encarnando una ceja.

-Eso no te incumbe -espetó

-Pues en ese caso, no es TÚ problema como la trate o no -dijo mientras lo empujaba cuando recalcó la palabra "TÚ".

-Pues si es mi problema, resulta que ella es mi amiga, y no voy a dejar que un capullo como tú la trate así -dijo Daniel.

-Como se nota que eres nuevo -dijo riendo- deja de ser imbécil y no te metas.

-Creo que te equivocaste sobre quien es el imbécil aquí -le guiñó un ojo.

Mientras Daniel le decía eso podía ver a Mattew tenso y sus manos volverse dos puños, justo cuando pensé que Mattew golpearía a Daniel, llego uno de sus amigos y lo detuvo. Gracias a Dios, suspiré, fue justo en ese momento en la cual me di cuenta de que estaba aguantando el aire esperando el impacto, esperando que Daniel tuviera un ojo morado por intentar defenderme; inmediatamente tomé a Daniel de la mano y nos dirigimos fuera del cafetín, fuera de la vista de Mattew, lo lleve a la parte trasera del instituto.

-Gracias Daniel, muchísimas gracias de verdad. Pero no tenías porqué hacerlo, si no fuese porque sus amigos lo detuvieron, ahorita estarías sentado en la enfermería con un ojo morado -dije un tanto apenada mirándolo directo a los ojos.

-Sophia, no me agradezcas nada, y en todo caso prefiero estar con un ojo morado a que se metan de esa forma con una dama, además, alguien tiene que poner a ese capullo en su lugar -dijo mientras me sonreía.

-Bueno pues, gracias -dije abrazandolo.

Nos sentamos en el jardín, y en eso veo la cabeza de Emily, y veo que está hablando con alguien; unos minutos después veo que ella se aproxima, y cuando llega a donde mi dice:

-¡Hey! Lamento la tardanza, pero nuestra querida profesora de matemática me empezó a hablar, y tu sabes que si es por ella puede entablar un monólogo en donde no te puedes ir porque si te vas, "eres un mal educado" y blablabla -dijo volveando los ojos. Todos reímos.

-Em te presento a Daniel, Daniel ella es mi mejor amiga Emily -ambos se dieron la mano y seguimos hablando placidamente.

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Mattew:

Sophia es una chica muy linda, su cabello es largo y negro, tiene unos ojos marrones, mide apróx 1.50m, es una chica pequeña, pero hermosa, tiene un lindo cuerpo, era una chica espléndida, callada, se nota que solía tener problemas, de verdad quisiera hablarle un día, pero no sabía como tratarla, como entablar una conversación con ella. Hoy me sentía como un completo idiota. A la hora de la salida la encuentro sola en su casillero, lentamente me le voy acercando hasta que quedo al lado de ella.

-Hola -dije mirandola fijamente- ¿Puedo hablar contigo?

-¿Qué quieres? -preguntó mirandome directo a los ojos. En ellos se le podían reflejar molestia, de verdad me sentía como un completo idiota.

Suspiré - Quería pedirte disculpas por lo de hoy, me comporté como un idiota, de verdad lo siento, no debí tratarte así. Disculpa -dije sinceramente, clavando mis ojos a los suyos, ella quedo completamente muda, no se lo esperaba, y sinceramente yo tampoco pensé que un día haría ésto.

-Vale -dijo apartando la mirada de la mía.

-¿Quisieras ir a ver una película mañana? Te lo quiero recompensar -pregunté esperanzado de que dijera que sí, aunque para que aceptará tendría que haber un milagro.

-Dejalo así ¿quieres?, ya olvidalo, hoy no paso nada -dijo cerrando su casillero y dandose media vuelta para irse a casa.

Me quedé allí, de pie, sin saber que hacer, quería acercarme a ella, pero no sabía como hacerlo, sentía la necesidad de hacer algo, pero no sabía por donde empezar. Mañana será un día largo.

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Nota:

Foto: Mattew

Fin del capítulo 3.

Del negro al blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora