-Salió corriendo y me quedé observando desde arriba, todo iba como yo quería, la separaría por completo de su madre, la seguí para asegurarme de que no querría volverla a hablar-
-¡Ey! ¿Qué pasó allí?- pregunté consiguiendo una respuesta de su parte.
-Ella le puso los cuernos a mi padre y créeme cuando digo que me las va a pagar, quizás mi padre no esté aquí ahora, pero cuando vuelva se lo diré, esto no quedará así.- contestó bastante enfadada.
-Noté como un líquido resbalaba por su rostro y me acerqué a limpiarlo, recordándole las palabras que siempre pronunciaba su padre cuando veía esta escena en su pequeña.-
-Las princesas no lloran pequeña, haz caso de tu padre- al decir esto ella se abalanzó sobre mí y me abrazo como si de su padre se tratara, lo cual me sorprendió bastante.
-Espera, ¿cómo sabes lo que él decía?- comentó entre sollozos.
-Fácil, todo el pueblo conocía a tu padre, no hay persona que no supiese del gran Marc Cooper.-Le respondí ocultándole la verdad, era demasiado pronto para que lo supiese.
-Dallen, quieres dar una vuelta, tengo que hacer unos recados y quería que me acompañases.-pregunté a la chica que había frente a mí.
-Gracias Aiden, pero creo que será mejor que vaya donde mi mejor amiga, estar con ella me relaja.-contestó con un tono bajo debido a su llanto.
-Está bien, pues ya nos veremos, hasta luego.-
-Una cosa antes de que te vayas, ¿serías tan amable de pasarme tu número? y disculpa las formas con las que te hable antes, suelo ser muy impulsiva desde que se marchó.- añadió la morena.
-Sí, aquí tienes mi número y por lo demás no te preocupes, todo bien.-dije antes de darle mi número y marcharme.
-Después de varios minutos andando llegué al sitio.-
-Eh capullos ya estoy aquí, ahora quiero orden y silencio,voy a anunciar algo muy importante.- todos se callaron y me prestaron atención.
-¿Os acordáis de mi tío?- pregunté de manera retorica, cosa que alguno no pillo bien.
-Tu tío *...- no terminó de hablar pues le pegué en la boca.
-¡GILIPOLLAS, SU NOMBRE NO! ¿O acaso no recuerdas las normas?- le amenacé tras esto último.
-Sí señor, las recuerdo a la perfección.-
-No lo parece, creo que deberías pasar unos días en retención.- comenté, obteniendo expresiones de sorpresa por parte de todos.
-No por favor, no volverá a pasar, lo juro.-
-Esta vez te la paso, pero ni una más.- dije antes de seguir con el tema inicial. -Bien, a lo que iba, antes de esta interrupción. Tenéis que buscarle, ya sabéis donde fue, así que más os vale tener información antes de 10 de diciembre.- terminé de comentar. -¿Algún problema?-
-¡No!- respondieron todos al unísono.-
-Salí de allí y me dirigí a una pequeña tienda la cual estaba casi en la ruina, debido a que grandes empresas habían abierto sus centros cerca de esta.-
-Buenos días señor Robbertson.- comenté nada más entrar.
-Hola pequeño Scott, cuanto tiempo.-
-Robbertson llámame Aiden, si ya nos conocemos.- dije antes de deslizarme por el segundo pasillo hasta la zona del chocolate. -Cómo van los números Robbertson- pregunté.
-Últimamente van muy mal, las nuevas galerías de comida nos están arruinando, ahora solo venís a la tienda tú y la pequeña Cooper, me temo que dentro de poco tendremos que cerrar.- comentó con pena en el habla.
-Entiendo, y permítame preguntarle, ¿cuánto hace que Cooper no se pasa por aquí?- pregunté volviendo a la caja para pagar.
-Hace dos semanas, la atendió mi mujer...
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-Pequeña Cooper, cómo estás cariño, hace mucho que no te veía por la tienda.-
-Buenas señora Robbertson, estoy bien gracias, ¿y usted?-
-Bueno un poquito mejor que ayer pero no más que mañana- añadió sonriendo.
-Me alegro mucho. Y permítame preguntarle, ¿ustedes me podrían dejar la trastienda para estudiar? En mi casa no hay mucho silencio que se diga.-
-Por supuesto cariño, toma la llave.-
-Muchas gracias, iré por mis cosas y ahora vengo.-
-Está bien, pero antes de irte, después no estaré, así que te pregunto ahora, ¿cómo estás?, quiero la verdad.-
-Me encantaría seguir hablando pero tengo mucha prisa, mañana tengo muchos exámenes y será mejor que me ponga cuanto antes.-...
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... y esa fue la última que la vimos, me temo lo peor.-
-No tranquilo Robbertson yo estuve con ella hoy, ella no lo hizo.-
-No es eso, sé que ella es fuerte, pero no quiero pensar que ya se enteró.-
-No se enterará, la intento mantener alejada.-
-Está bien hijo, pero ten mucho cuidado, ella es Cooper, ya sabes el afecto que se tienen.-
-Sí, ahora debo marcharme- dije esto saliendo de la tiendecilla.