Capítulo 2

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Abro las puertas de mi casa y me encuentro con el inquieto de Zeus.

—Hola mi amor—me arrodillo en el piso para poder abrazarlo.

Mi perro es un Pit Bull, lo adopte de una perrera cuando era apenas un bebé. Me dijeron que nadie se lo quería adoptar por tenerle miedo a la raza y ahora es mi único heredero, bueno él y su hermana.

—Hola mi amor— saludo a Valquiria me ladran moviendo la cola, saltando para todos lados— ¿me extrañaron?, Mi día fue horrible— digo quejándome, los dos se sientan al lado mío, es que ellos son increíbles.

—Muy bien, vamos a comer.

Cuando terminamos de comer estaba preparándome para irme a bañar antes de acostarme, pero escucho el timbre sonar, me detengo analizando quien podría ser, no estaba esperando a nadie. Me acerco a la entrada y veo en el tablero que se encuentra al lado de la puerta en la cual aparecen las cámaras de seguridad que da hacia la entrada de la casa. Zeus y Valquiria, ya se encontraban al lado mío en frente de la puerta.

—Zeus, Valquiria — y los dos se pusieron a la defensiva. Me dejan el espacio para abrir la puerta.

Abro la puerta.

— ¿Qué quieres?

El sujeto sólo mira hacia bajo donde mis perros le mostraban los dientes.

— ¿No muerden?—pregunta.

—Solo si yo lo ordenó, o si ven que estoy en peligro— hablo tranquilamente.

Los había entrenado bastante bien como para que solo me obedecieran a mí.

—Vengo de parte de Johnson, ¿puedo pasar? Vengo en son de paz.

—Cedan el paso—Ordenó y ellos se movieron, él avanzo lentamente hacia mí, sin sacar los ojos de encima de ellos, que lo estaba mirando con mucha precaución. Sonreí, lo que hizo que su expresión se tensara más.
Lo guío hasta la sala e indico donde podía sentarse, con la confianza que nadie le otorgo toma asiento en el sofá individual.

— Como lo supones, me enviaron a matarte—dice mientras yo me siento en el sofá de tres piezas lo más lejos posible de él.

—No debiste de decir eso—vuelvo a sonreír, cruzando mis piernas.

En dos segundos mis perros le empezaron a ladran muy cerca de la cara a lo que él reacciona rápido y saca su arma del traje apuntándole a Valquiria, pero mi arma ya estaba pegada a su sien.

—Aprietas ese gatillo, y te juro que vas a morir de la manera más horrible y dolorosa que pueda morir un ser humano, así que te doy hasta la cuenta de 3 para que bajes el arma
1... 2—. Baja el arma, se la saco sin dejar de apuntarle con la mía.

—Vienes a mi casa, a matarme eso no es un problema para mí, pero amputarles a mis perros y amenazarlos, eso te acaba de condenar, te metiste en la jaula del lobo, así que ¡habla de una puta vez!

Sonríe y se queda de lo más tranquilo, clásico de Dastan Sinclair unas de las tantas cosas que detestaba de él, que con una sola mirada ya sepas que se cree mil veces superior a cualquier persona, aunque su apellido lo respaldara. Los perros seguían muy cerca de él y el miedo ya no se le notaba.

—Zeus, valquiria a sus lugares— basto decir para que se dirigieran hacia mí, los dos se quedaron al lado mío, bajo el arma y me vuelvo a mi lugar con ellos siguiéndome, pero se notaba que estaban muy tensos.

—Adivino que no sabes quién soy.

Apenas miré las cámaras supe de quien se trataba. — Te equivocas, la única persona que creo tan idiota de venir hasta aquí siendo mi enemigo eres tú, Dastan Sinclair.

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