2 de enero del 2026
Mi equipo siguiendo mis pasos, avanzo con el arma en la mano. El sol estaba por salir y el lugar estaba desierto eso no era bueno, presentía que nada iba a salir bien y eso me hacía poner de mal humor.
Dos hombres se encontraban en frente mío listo para derribar la puerta, hago la cuenta regresiva con mi mano
3... 2... 1De un golpe la abren y en menos de diez segundo rodeamos el lugar. Pero lo que me esperaban no era para nada como me imaginaba esta misión.
Diez chicas desnudas y sin vida se encontraban en el centro de la habitación. Un nudo se forma en mi garganta, por estas chicas, por sus familias, por lo que sufrieron en este lugar.
— No hay nadie—Me informan
—QUIEN MIERDA OBTUVO LA INFORMACION—grito furiosa, miro a cada una de las 16 personas que están conmigo, hasta que me detengo en uno que mantenía la cabeza agachada, me acerco a él. — ¿Algo que quieras decirme?
— Eh... yo... lo siento, en la carta que nos había llegado aparecía esta información.
¿Carta? Esto me pasa por confiar en ellos y no haber averiguado de donde era la fuente de esa información, ¿cómo mierda pude dejar pasar algo tan delicado?
— O sea que a ti te llega una carta, la cual da el paradero de los criminales más peligros del mundo, y no sólo me ocultan ese detalle, ¿hace falta que pregunte de donde obtiene la información? ¿No te detuviste a pensar en que esto podría a ver sido una trampa?
— Lo siento— susurra agachado la cabeza.
— ¿Con que clase de inútiles trabajo?¡Podríamos estar muertos! —espectó furiosa.
—Señorita, la policía está en camino.
— ¡Muévanse! Johnson ya sabes que hacer— ordeno.
Abandonamos el lugar dejando a unos de mis hombres para que pueda obtener las pericias y las autopsias.
Manejo una de las organizaciones secretas más grande del mundo perteneciente a las fuerzas terrestres, somos los encargados de búsqueda y captura de los criminales más buscados en el mundo. Y si también está el FBI la DEA, entre otras instituciones, pero nosotros hacemos el trabajo que nadie quiere hacer, capturar y en su mayoría eliminar a las personas que solo vinieron a este mundo a estorbar. Cada uno de mis hombres, tuvieron que crear nuevas identidades, que antes eran falsas, aunque poco a poco dejaron de ser falsas para convertirse en reales, la familia en este oficio es una debilidad.
Estaba furiosa era la segunda vez que se nos escapaban y eso no podía ser normal, estoy hace más de cinco años de tras de esas personas si es que las puedo llamar así, que se dedican a el tráfico de personas. Era una misión autorizada por el gobierno, pero no apoyada monetariamente por tal, no me importaba utilizar mi propio dinero, lo que si me importa es sentir que estoy tirando el dinero al desagüe, que no rinda frutos, aunque lográramos liberar a más de 50 chicas en estos tres años, ese número era significativamente menor a la realidad de más de Diez mil chicas por país que desaparecían.
El auto blindado se movía a toda velocidad cruzando la ciudad, me encontraba en el asiento trasero con Valentino al lado mío, buscando algo en su Tablet.
— Quiero respuestas, Valentino— digo masajeando mi sien, el estrés mezclado con el enojo iban a matarme.
— Lo sé, estoy trabajando en eso— no lo miro, tengo la vista fija en la ventana viendo los edificios de la enorme ciudad—. Ya les avisé a todos sobre la reunión, convocados para la 21hs.
Cuatro horas tardamos en cruzar la ciudad y llegar a la mansión que se encuentra a las afuera de ella, esta mansión la compre con la fuerte suma de dinero que me gane capturando a unos de los terroristas más peligrosos, tan peligro que cinco países ofrecían por su cabeza unos 150 mil Millones de dólares. Mansión que uso como nuestra "central", tiene tantas habitaciones que algunos de mis hombres pueden quedarse a dormir, vivir en ella si quieren, eso sí, solo si cumple con su trabajo.
Valentino abre mi puerta al llegar, seguía con mi arma en la mano y no me temblaba la mano para darle un tiro a alguien, si así requería la situación y pensaría que la situación la requiere. Cruzo la gran entrada de la mansión y le entregó mi arma a Mario que se encontraba esperándome, me saco el chaleco antibalas y la tiro en el aparador que se encuentra en la entrada que su función era solamente para decoración. Me dirijo hacia la sala de juntas donde me esperaban todos, en total eran unas 25 personas trabajando para mí, que también podían hacer trabajos aparte de la institución, para tener sus sueldos extras, pero lo dudaba ya que con la cantidad de dinero que les pago mensualmente es considerable que solo hagan una cosa; trabajar para mí.
Ahora solo había 4 personas que eran los oficiales que se encargaban de hacer pasar la voz, por ende, eran en quienes más confiaba.
Ingreso en la sala de junta donde ya me esperaban todos, me siento en la cabecera de la gigantesca mesa donde se encontraban sentados en silencio.
— ¿Y? Que esperan— hablo esperando a que uno se anime a explicar que fue lo que paso.
—Es que no lo sabemos— empieza hablando Kaia. —Las coordenadas y las pistas apuntaban todo ahí, pero...
La corto antes de que siga hablando
— ¿Pero? Tenemos la mejor tecnología, equipo de rastreo y se supone que los mejores hombres, y pasan estas cosas ¡estamos detrás de esto hace cinco años! ¡cinco putos años, les pago lo suficiente como para que hagan su trabajo bien!
—Asia, estamos trabajando para poder explicar cómo fue que nos dieron la cara— esta vez el que habla es Derek, con su tono de voz tan calmada como siempre. —Creemos que tenemos un infiltrado.
— ¡¿Y qué mierda esperan para cortarle la cabeza?!— especto, sin poder controlar mi ira.
— No sabemos quién es.
— ¿Ustedes entienden lo que me están diciendo? — nadie responde. —Si tenemos un infiltrado y tiene acceso a esta base, estén seguros de que, si salimos de esto, lo más probables es que sea muertos y tirados en alguna cantera, por las personas que metimos en las cárceles o los familiares de quienes les hayamos quitado la cabeza.
— Vamos a tomar cartas en el asunto— dice Kaia con total seguridad.
— Cuando tengan la información háganme saber antes de cualquier cosa, necesitan mi autorización para proceder.
Sin más que decir me levanto y me dirigió a mi despacho, de esto me iba a encargar yo misma, cuando las cosas son así no puedo confiar en nadie.
Me dispuse a empezar a analizar la situación, claramente era una amenaza, pero ¿cómo hicieron que esa información llegara a nosotros?, ¿Cómo fuimos tan tontos para caer?, ¿Sabían que iba detrás de ellos? Era lo más posible.
A la media noche me fui a mi casa, no me gustaba dormir en la mansión ya que no podía por el simple hecho de quedarme trabajando toda la noche, me tenía que obligar a irme de ahí.

ESTÁS LEYENDO
Vindicta
RandomAsia Darling, líder de las fuerzas terrestre encargada de buscar, capturar y muchas veces matar a las personas no deseas para el gobierno de turno. Dastan Sinclair, con múltiples medallas de honor obtenidos en las fuerzas armadas, rodeado de enemi...