Prólogo

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❝𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑎𝑟𝑒 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑝𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒, 𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑠 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎❞

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Rutina, en eso se había convertido mi vida en mi tortuosa estadía aquí, rodeado de estas cuatro blancas paredes, todo lo que hacía desde como me vestía hasta como me comportaba se volvió una costumbre, una Rutina que se sigue día tras día.

La rutina era fácil,  el desayuno a las 7 a.m. un chequeo rutinario y después el almuerzo a las 10a.m. el horario perfecto para mi primer visita, la cual eran siempre mis padres, ambos platicaban con mucha calma lo que había sido su día hasta el momento, después de eso, salgo a dar un pequeño paseo por los alrededores, gozando de la naturaleza o platicando con los internos, ya sean pacientes o médicos, la comida a la 1p.m. luego un poco de entrenamiento y de más, la merienda justo a las 4p.m. en el horario de visitas vespertino, ese horario me gusta un poco más, por que parece ser que es el único que no encaja con la odiosa costumbre, el estar a la espectativa de si vendrá o no es emociónante.

Solté un suspiro enviando una rápida mirada a la puerta por la que hace apenas unos minutos habían salido las enfermeras de hacer el chequeo rutinario, pronto llegarían mi padres y se nos darían los resultados, no se por que, pero siento que no serán los esperados, todo empezó hace unos meses

---------------------Flash Back----------------------

En el campo de Beisbol  de una de las mejores universidades de Tokio se escuchanban los golpes de las pelota contra el bate, el tilin del bate de aluminio se escuchaba continúo ese día en particular

-Wow, Narumiya si que se está luciendo hoy- murmuraron unos jugadores cercas de las cajas de bateo yo solo sonreí orgulloso, mirando de reojo al chico a mi lado, eso era Mei-san y si que se está luciendo hoy

Tras dejar de ver a Mei-san, decidí iniciar mi entrenamiento, me concentre y golpee el primer lanzamiento, en ese momento sentí un extraño tirón en mi pecho más traté de ignorarlo, Mala idea

El entrenamiento siguió con calma y la molestia que había sentido en el pecho la cual distraídamente había catagolizado por agitamiento se había vuelto molesta y persistente, haciendo toser debes en cuando, llamando la atención de más de uno de mis compañeros y del entrenador, tenía que controlarme, dejé de pensar en eso y me terminé de poner el uniforme de catcher para después ir al bullpen

...

-Nice pitch- felicite devolviendo la pelota a Mei-san, estos día estábamos entrenando un nuevo lanzamiento para aumentar el arsenal de Mei-san, levante mi mirada encontrándome rápidamente con la sonrisa orgullosa de mi pitcher

Oh no, aqui viene su discurso sobre qué era obvio que sería bueno por qué el lo lanzó, me resigne a agachar mi mirada y esperar el parloteo, pero este nunca llegó en cambio seguía sonriendo como bobo, lo admito es lindo, aunque en particular no soy fanático de sus sonrisas falsas o exageradas

-Mei-san continuemos- dije sentandome de vuelta en mi lugar

-oh, por qué eres así, quería disfrutar un poco más de la glo....- empezó a reclamar asiendo su acostumbrada cara de berrinche cuando sentí unas inmensas ganas de tocer

-Cof Cof Cof- tosi tapandome con el antebrazo a la vez callando su quejas

-estas bien?- pregunto dejando una expresión de preocupación en su rostro

-yo... Cof Cof cof- me volví a ver interrumpido por mi tos sintiendo como el aire habandonaba por completo mis pulmones pero extrañamente no volvía, el sentimento de asfixia llegó de inmediato-no puedo... No puedo respirar- apenas forme en un hilo de voz, cuando menos lo note él ya se había plantado a mi lado sosteniendo me para que no callera

-Entrenador!- fue lo último que escuche antes de caer en la inconsciencia

----------------Fin del Flash Back---------------

Después de eso desperté en un fría y blanca habitación, a mi izquierda se entraba Mei-san sosteniendo mi mano mientras dormía y mis padres entraban por la puerta. Había dormido 18 horas desde que quedé inconsciente, cuando llegó el doctor nos dio las noticias que nos metió en esto en primer lugar

Cáncer Pulmunar avanzado, el doctor determinó que las probabilidades de que el tratamiento funcionara eran bajas pero no lo evitaría, mi condición no era buena así que decidieron internarme y en realidad no me molestaba, lo único desesperante era la rutina que se había hecho de mi vida

El día de hoy había sido relajado hasta que llegó la visita vespertina, Shirakawa-san había llegado con su siempre semblante serio, había estado tranquila la platica hasta que la tos llego distorsionando por completo mi calma y tras ver a los médicos llegar y a Shirakawa-san ser sacado de la habitación lo supe, el tratamiento no estaba funcionando y desde donde lo veía, no quería seguir viendo a mis padres, amigos y sobretodo a mi novio de esa manera, la decisión estaba tomada

Quiero estar con la persona a quien mas he amado en este mundo en una noche de paz.

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𝙌𝙪𝙚 𝙤𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙜𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙝𝙚 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙩𝙤! 𝙔  𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙣 𝙫𝙚𝙧 𝙡𝙚𝙨 𝙩𝙧𝙖𝙞𝙜𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙛𝙞𝙘 𝙘𝙤𝙣  𝙪𝙣 𝙙𝙤𝙩𝙚 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙙𝙚 𝙙𝙧𝙖𝙢𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙮𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙤 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧, 𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙨𝙚 𝙫𝙖𝙣 𝙖 𝙥𝙤𝙣𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙥𝙤𝙘𝙤 𝙙𝙧𝙖𝙢𝙖𝙩𝙞𝙘𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙚𝙨𝙩𝙤𝙨 𝙥𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙚𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙛𝙞𝙤 𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙫𝙤𝙡𝙪𝙣𝙩𝙖𝙙 𝙖𝙡 𝙡𝙚𝙚𝙧.

𝘽𝙪𝙚𝙣𝙤 𝙮𝙖 𝙨𝙞𝙣 𝙢𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙚𝙡 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤, 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤 𝙙𝙞𝙨𝙛𝙧𝙪𝙩𝙚𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙚𝙚𝙧

Segundo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora