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   Su séptimo cumpleaños.
   Los cumpleaños de los niños se habían vuelto más violentos desde el inicio de sus peleas, de hecho, sus cumpleaños eran los días con más violencia, como si algo los empujara a su capacidad máxima, intentando matar al otro lo más rápido posible, sus padres se ocupaban y preocupaban de que los niños no se matasen en su fecha especial, pero no podían separarlos del todo pues lloraban al ser separados, así que se tenían que limitar a esconder los objetos punzantes y estar con sus ojos en ellos todo el tiempo, era un trabajo agotador. Pero hoy no estarían, no estarían para detenerlos ni para ocultar cualquier objeto peligroso, los vecinos tampoco se interpondrían, no es como que fuera tema suyo, y confiaban ciegamente que esos dos estarían vivos para el día siguiente, no parecían importarles los moretones y sangre en sus ropas, mientras salieran vivos estaría bien, no eran problema suyo ni de nadie a este punto, solo era dejarles alimento y esperar que que no murieran.

   El sol golpeó fuerte el hogar de los niños, picaba la piel al quedarse bajo el, las cortinas apenas y no hacían su trabajo, llenas de agujeros y cortes por las diarias batallas, el suelo polvoriento, con pequeñas pintitas rojas que decoraban algunos rincones, los muebles maltratados y prácticamente vacíos, con pocas pertenencias, ese era el entorno en el que los niños despertaban diariamente desde que sus padres se rindieron, pero no les podría importar menos, ellos no tenían el concepto de limpieza en sus cerebros, no les molestaba mover los pocos objetos del suelo para despejar el camino, o simplemente dejarlos ahí hasta que se volvieran a mover en alguna de sus peleas, algunos usados de arma y manchando se de baba y sangre, otros sólo siendo arrojados por ahí, era el entorno en el cual los niños despertaron para su séptimo cumpleaños.

"Sasakibe-san aún no llega con la comida?"

   Preguntó Tetsuhiro, mirando por las polvorientas ventanas esperando por la llegada de la vecina. Sasakibe-san era una señora conocida por ser desagradable, la única razón por la que les llevaba comida a los niños era para que dejaran de molestarla, que si le llegaban a preguntar, ella los ayudó y no tiene la culpa de nada, básicamente era para rescatar su trasero si llegaba a pasar algo.

"No lo se, pensé que hoy sería Matsuda-san quien vendría, ella siempre nos trae algo para estas fechas"

   Los niños tenían buena memoria sobre quienes venían para sus cumpleaños, Matsuda-san era una de esas personas, era solo su vecina pero siempre venía y traía algo para los niños.

"Pero no entiendo..."

   Continuó Souichi

"¿Porqué sigues aquí? ¿Qué es lo que me falta para deshacerme de ti? En nuestro último cumpleaños te herí el brazo con una pluma, aun se mueve, me das asco..."

"Pero su cuello esta rojo por que te ahorque ayer y aun no te mueres..."

"¡Tetsuhiro debe morir primero!"

"¡Souichi primero!"

   Así era una de las formas en las que empezaban sus peleas, casi del aire, no había orden de quien atacaba primero, en esta ocasión fue Tetsuhiro quien dio el primer manotazo viendo que su hermano miraba hacia otro lado, prefería tirarle del cabello viendo que su hermano lo tenia mas largo que el, Souichi nunca tardaba en responder, agarrando a su hermano de de ropa y tirando al par al suelo, quien callera abajo siempre terminaría con las manos de otro en el cuello, apretando con fuerza y dejando marcas horribles, justo como las que Souichi tenia ahora. Tetsuhiro tomo a Souichi de la mandíbula, no le importaba que lo mordieran con fuerza, sacándole sangre en el proceso, rasguñando el interior de la boca de su hermano en el proceso, lo podía mover de encima con mas facilidad, adrede golpeando su cabeza con fuerza contra cualquier muro o solido que pusiese para dejarlo aturdido, sabían lo que hacían, sabían que se estaban matando, ese era el objetivo.
   Souichi tomo un lápiz que tenia cerca y apunto al hombro, la sangre corría por el brazo de su hermano pero no lo importaba, a ninguno de esos dos le importaba.
   Seguían así por talvez una hora, a veces más, si no se morían se detendrían por un par de horas para poder comer, luego de las peleas pareciese que nada hubiera pasado, fuera de la sangre y lo desarreglados que estaban los hermanos, era como si nunca hubieran peleado.
   Ya más descansados y calmados pudieron escuchar que llamaban a la puerta, la comida llegaba junto a su vecina. Justo daban las 1PM.

   La desagradable vecina se retiro, los hermanos volvieron, sentándose en el suelo para poder comer, se limpiaron la sangre de sus cuerpos y empezaron su almuerzo, a Souichi le sabia el arroz a sangre, el niño miro hacia abajo, su arroz en si no tenia nada pero de su nariz caía una cantidad considerable que manchaba el arroz antes de entrar a su boca.

"¿Que pasa hermano? Ensucias tu arroz otra vez..."

"Creí que eran condimentos..."

"Seguro habré hecho algo.. o talvez ¿Habrás sido tu? Souichi siempre mete la pata..."

   A Souichi no le molestaba el sabor metálico, día a día se había acostumbrado al sabor en su paladar, Tetsuhiro también se había acostumbrado al sabor, podrían intentar matarse, pero siempre intentaban limpiar la sangre del otro, con saliva pues los niños no sabían que más hacer al ver al otro sangrar, Tetsuhiro se acerco a su hermano y con la palma de su mano "limpio" la sangre, realmente solo la movió pero para el era suficiente, lamio su mano limpia saboreando la sangre y luego volvió a pasarla por la cara de su hermano, dejándolo solo un poco más limpio, eso no importo mucho la verdad pues Souichi seguía sangrando, pintando su arroz en el proceso.

"Gracias hermano, te quiero mucho..."

"Yo también te quiero mucho hermano"

   Ya a las 6PM su energía para intentar destruirse al otro volvieron, el primer golpe lo dio Souichi, empujando a su hermano al suelo y golpeándolo repetidas veces en la cara para hacerlo sangrar ¿Talvez deseaba darle sangre de narices justo como a el? Esos golpes hacían que los labios de Tetsuhiro se tornaran rojos, que se rompieran y sangraran. Logro sacárselo de encima pateándolo en el estomago, escapo para ir a buscar cualquier arma que ser sirviera para poder acabar con su hermano, Souichi era rápido, agarrándolo de la ropa y tirándolo al suelo, corrió sobre el para dejarlo quiero unos segundos mientras se adelantaba y alcanzaba el primero objeto punzante que encontrara. Souichi sabia donde ir en esa casa, sabia que papá no tenia buena memoria y que se le había quedado un objeto importante. Una daga.

"¡¡No escapes!!"

   Grito Tetsuhiro, siguiendo a su hermano por la casa, Souichi le daba la espalda y no se veía el arma así que ataco, tiro de su cabello con fuerza acercándolo a el, Souichi se volteo furioso, agarro a su hermano de las ropas y lo puso frente a el, Tetsuhiro cocho de cara contra el muro, sintió la mano de Souichi contra su nuca y el frio de la daga sobre su piel. Souichi no se detuvo, no se iba a detener, lo tenia enfrente, listo, y lo hizo.
   Tetsuhiro sintió la fuerza de su hermano al pegarlo contra el, sintió la mano libre de su hermano abrazarlo, y sintió la daga entrando agresivamente en su estomago, en una serie de empujes furiosos y sucios que hacían que la sangre saliera y sus entrañas se retorcieran, podía sentir la daga atravesar su cuerpo, casi acariciando su columna desde dentro, los movimientos no tenían consistencia, a Souichi se le acaba la fuerza en los brazos, podía sentir a Tetsuhiro perdiendo la fuerza en las piernas, escuchaba los gemidos dolorosos de su hermano quien esculpía la sangre que subía por su esófago, sangre en su boca y nariz, pintaban de rojo su rostro que por la falta de sangre se ponía pálido luego de un rato de apuñaladas. Souichi se canso por fin, lo soltó junto con el arma, el ruido del metal y de la carne cayendo sobre el charco de sangre, los ojos abiertos de Tetsuhiro, ojos ahora apagados, mirando permanente hacia la nada, boca sutilmente abierta. Tetsuhiro ahora no era mas que un cadáver.
   Y Souichi miraba, solo miraba, algo sorprendido, orgulloso de si mismo por haberle ganado a su hermano, sus manos y ropas cubiertas de sangre, las miraba sin expresión. Camino hasta el cuerpo de su hermano y con brusquedad levanto la cabeza, quería ver bien los ojos, la boca, la sangre.

"Mira hermano, gane, te gane..."

"..."

"¡¡Gane!! Tetsuhiro, gane... Pero no te preocupes, por que tu sabes que yo te quiero mucho, tu sabes lo mucho que te amo y siempre estaremos juntos, Tetsuhiro."

   Souichi tomo el cadáver, lo enterró cerca de el para nunca estar separados, limpio la sangre, volvió al lugar del entierro, con una amplia sonrisa en los labios.

"Feliz séptimo cumpleaños, Tetsuhiro"

【The Brothers Series】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora