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   ¿Que era necesario para que su mente entrará en estado de pánico y su cuerpo empezará a hiperventilarse? Simple, la voz del otro.

   Al principio había sido fácil engañar la ya arruinada mente de su hermano, tomendo en consideración lo arruinada que estaba la suya solo tomaba una conversación para que Souichi le creyera algo como eso, pero ¿Que era eso? El hacerle creer que quien vivía era Tetsuhiro por supuesto. En un inicio fue gentil con el, permitiéndole dejar parte de sus largos cabellos, exactamente la mitad del lado derecho, dejando la apariencia de que si tapabas el lado izquierdo veías a Souichi con sus mechones largos a los lados de su rostro, y si tapabas el derecho veías a Tetsuhiro volver a la vida, la coleta sólo se recortada un poco, a Tetsuhiro no le importaba. No falto quien creyera haber visto a Tetsuhiro al verle de perfil, son gemelos despues de todo. Un tiempo más tarde fue por el color, pues su cabello nunca había sido tan claro ¿Verdad? Y tomando la tinta que usualmente usaría para escribir ennegreció los claros mechones manchando tambien sus manos, intentando acercarse a lo que le mostraba el espejo.
   Souichi se dejó hacer, después de todo se había creído todo, se había comido toda la palabrería de su querido hermano.
   ¿Quién le aseguraba que quien había muerto no había sido el? ¿Quién le decía que no había tomado la vida de su hermano al punto de creerselo? Su arruinada mente le permitió creerselo todo, creía que él era el muerto y lo que veía en el espejo sólo ayudaba a esa idea, Tetsuhiro había moldeado sus pensamientos y recuerdos para hacerle creer algo distinto, pero Souichi no se percataria del engaño. No hasta unos años después.

   En cambio Tetsuhiro, se había permitido engañar a su pobre hermano sólo para dejarlo volver, ¿Tal vez una venganza luego de haber muerto? La daga había dolido después de todo, pero ¿Realmente recordaba el dolor de la daga o sólo recordaba eso porque sería lo obvio? No, no podía permitirse esos pensamientos, no podía, no debía terminar como su hermano, confundido y arruinado, no podia permitirse el caer donde mismo había caído Souichi.

   Pero el ya estaba arruinado, siempre lo había estado, siempre al igual que su hermano, siempre habían estado igual de mal, ambos. No fue mucho para que los mismos pensamientos y preguntas que había usado en su hermano se volvieran contra él, por que a él también le hacian sentido, por que su mente también estaba tan mal y tan arruinada como la de su hermano Souichi, se había empezado a creer sus propias palabras, había empezado a creer que estaba vivo, había empezado a creer que él era Souichi y Souichi era él, se había creído su propio cuento y, de cierta forma, le había salido el tiro por la culata. Los agujeros en su memoria le hacían el volver en sí imposible, su mente y recuerdos distorsionados, llenos de hoyos y esos hoyos llenados con recuerdos falsos, recuerdos que se colocaba unos sobre otros, sobrepuestos, confusos, aterradores, mezclados con las constantes sensaciones de familiaridad, una familiaridad como el tipo que, en la actualidad, sentirías al ver un cuadro de Ivan Seal.
   Pero con el tiempo se hizo normal, dejó de cuestionar los recuerdos incoherentes y empezó a abrazarlos, un último intento inconsciente de mantener la cordura.

   Los años pasaron lenta y tortuosamente para ambos, uno... dos... ninguno de los dos se tomó la molesta de seguir el paso del tiempo por si mismos luego del segundo. Souichi de alguna forma nunca se alejo totalmente del cuerpo vivo, lo intento los primeros años, intentando hacerle caso a sus nuevos recuerdos y a las palabras de su hermano pero, luego de un tiempo se rindió y entendió que no podría, pensó que estaba mal, que estaba bien, que seis lo correcto y que no lo sería, era confuso, todo era confuso. Tetsuhiro sentía a su hermano cerca de el, abrazando su espalda y aferrándose con sus delgados dedos fríos, nunca dejándole sólo, lo detestaba, le daba repulsión, asco, pánico el sentir ese tanto tan muerto subre sus hombros, le desesperaba, lo ponía ansioso, su cuerpo se tensaba y su respiración se cortaba. Pero lo serviría el pedirle, suplicarle, gritarle que se fuera, sabía que no lo haría ye si era lo peor, pero también amaba a su hermano y de alguna forma no lo quería lejos, esa sensación de querer alejarlo pero tenerlo ahí, la misma sensación que sentía cuando eran niños, que recuerdos.

【The Brothers Series】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora