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Narrador omnisciente.

El chico de ojos dorados Se quedo profundamente dormido en la habitación de aquella morena, al caer dormido, su cabello quedo totalmente libre, Katara miraba aquel bello cabello, era un negro intenso, más oscuro que la noche, no pudo aguantar y lo paso cuidadosamente entre sus dedos, era suave, ella noto el crecimiento de su cabellera desde la última vez que lo vio, recordando así que había pasado tiempo sin verlo.

Ella trato de levantarse lentamente y fijo sus ojos azules al cielo, quedando impresionada por la cantidad de estrellas que se podían observar aún estando en el palacio, pero sus ojos quedaron encantados por la gran luna llena qué le brindaba energía, una energía trascendente de su luz que la llenaba de vida, ella estiró sus brazos dejando que aquella energía la envolviera en paz, Después su Mirada Volvió a aquel Hombre que parecía Un Niño, el cual dormía con tranquilidad.

-Oh Zuko... Si tan solo supieras que jamás te he dejado de amar.- Ella sonrió y se acerco a besar la frente de él chico. -Vuelvo en seguida, mi bello señor.

La ojiazul salió de aquella habitación, su presencia ahora ya no era amable y amorosa, era imponente y tenebrosa, ella iba hacia un lugar o hacia una persona, su paso era dominante he imponente, haciendo que los guardias notarán la furia de aquella chica.

Al llegar ella no se molesto en anunciar su llegada, ella paso directamente a la habitación de aquella dama de alto estatus, Mai.

Aquella delgada chica la miraba con un semblante serio, tenebroso, haciendo que Katara sintiera un leve escalofrío por su inexpresivo rostro.

-Yo no he pedido ninguna sirvienta. - dijo la mujer pálida con desdén.

La morena suspiro, había escuchado tantas veces aquello que no sentía ya siquiera coraje al decirle así.

-Te exijo qué canceles tu estúpido juego, estas haciéndole daño a Zuko.

Lo que Katara escucho a continuación, fue lo que ella más le sorprendió, mai comenzó a reír a carcajadas, eso era nuevo.

-¿Exigirme? ¿Tu a mi? - Preguntaba aun riendose.- Enserio que tengo que hablar con mi prometido para que baje a las hetairas como tu ¿como es posible que alguien de baja cuna venga a exigirme a mi?

La morena la miraba con enojo, no por las palabras que le había dicho, si no por llamar prometido a Zuko, el jamás se casaría con ella, no mientras ella viviera.

-Así que dime, meretriz ¿Quieres que me separe de Zuko?

-Nisiquiera estan juntos, y si, tu escuchaste perfectamente lo que te dije. - Ella miraba a Mai con coraje, la mirada de ambas era como una arma altamente filosa, hasta que Mei no pudo y miro hacia otro lado.

-Deberías Revisarte la cabeza andrajosa, Zuko Y Yo nos Casaremos en poco Tiempo por que nos amam....

Ella Fue Interrumpida un leve movimiento de manos de Katara, la chica de la tribu no soportaba que aquella mujer le mintiera en su cara y actuó con la cabeza caliente, haciendo que aquella delgada joven se arrodillara ante Katara a la fuerza.

Ella estaba en el piso, temblando de dolor y quejándose en alto.

-No digas mentiras, maldita estatua andante, sabes perfectamente que el no te ama. - ella se acercaba a mai con lentitud. - Zuko no te ama, puede que te amara en el pasado, pero como la zorra que eres, lo desperdiciaste, el ahora cambio y si tu algún día te conviertes en un obstáculo... - Katara cerró el Puño Velozmente provocando que aquella mujer se contrajera Y Pusiera Un Brazo atrás de su Espalda Doblandolo un poco pero provocando muchísimo dolor.- Tendré que recurrir a hacer cosas que no me gustan ni un poco.

Katara se alejo de ahí y soltó el brazo de Mai sin antes elavarla y soltar su agarre, haciendo que esta cayera fuertemente al suelo.

Mai volviendo en si en segundos, no podía creer que había sido tan débil ante aquella morena, sintiendo una ira en su interior por la importancia.

Katara llego a la habitacion y pudo divisar que aquel hombre no se había marchado y seguía durmiendo tranquilamente, ella disfruto la imagen y la grabo en su Cabeza para tatuarsela de por vida ahí.

Ella entró a la cama Y Zuko rápidamente se levantó..

-¡Katara! - Grito el Un poco Bajo, mirándola a los ojos con alivio.

-¿Que sucede zuko? - Preguntó ella abrazandolo.

-Soñé.... Que te ibas nuevamente, soñé que tenía que esperarte otra Vez. - Dijo el, mientras Katara se acurrucada a su Pecho desnudo.

-No te preocupes zuko, Juro que Jamás Me Volveré a Ir. - el azabache No Tardo nada Y robo Un Beso de la Ojiazul, haciendo que sus Mejillas se ruborizaran Por tal acto.

El chico sonrió, Besando su frente con delicadeza.

-Confiare en ti mi bella reina...

Nuestro Destino [Zuko Y Katara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora