Capítulo 3

1K 177 62
                                    

Chu Wanning observó la salida de la escuela con la esperanza de que Mo Ran no estuviera deambulando por ahí como últimamente cada miércoles hacía, incluso si desde ese lugar no podía ver al hombre debido a que se aparecía a dos cuadras de la escuela.

Se hacía una ligera idea de por qué los miércoles, pero no entendía por qué seguía haciéndolo. Y tampoco entendía por qué él seguía el juego de Mo Ran y no se iba por otro camino.

—¿Profesor, sigue aquí? —cuestionó Xue Meng, uno de sus alumnos de último grado.

Chu Wanning carraspeó y salió de la escuela como si no sucediera nada.

—Estaba a punto de retirarme.  ¿Qué haces tú aquí todavía?

—Ah, tenía reunión de jefes de grupo —aceptó.

—Entonces vuelve a casa pronto y descansa —comentó el castaño, por lo que Xue Meng le regaló una sonrisa y asintió con la cabeza. Tras despedirse ambos, cada quien se dirigió a su propio hogar.

Solo Chu Wanning esperaba no ver a Mo Ran.

Y, de algún modo, sí quería.

Incluso si solo hablaba de su perfecta y hermosa esposa, incluso si se burlaba de él a la mínima posibilidad.

No entendía por qué le agradaba esa compañía a casa.

Incluso si Mo Ran no parecía realmente interesado en ser cercano con él.

Un par de cuadras caminando, Mo Ran lo saludó como de costumbre las últimas semanas. Chu Wanning dejó escapar un suspiro y siguió caminando, ignorando a Mo Ran.

—Somos tan cercanos y sigues ignorándome y tratándome con tanta frialdad —se quejó dramático el hombre.

Chu Wanning no respondió.

—Por lo menos háblame de ti, siempre estoy yo contándote cosas.

—No hay nada por contar —expresó Chu Wanning, pensando en lo aburrido que era entablar una conversación con una persona como él. Incluso si Mo Ran tenía alguna intención oculta al acercársele, realmente no entendía cómo seguía buscando a alguien que siempre lo ignora y tiene una actitud tan temperamental y fría.

—Oh... Qué tal si me cuentas sobre tu última pareja.

—Nunca tuve una. Siquiera alguien se ha interesado en mí —levantó los hombros, y Mo Ran se sorprendió.

También se sintió molesto, porque eso quería decir que no sabía de los sentimientos de Shi Mei hacia él, y podría lastimarlo. Incluso si Shi Mei lo había abandonado, Mo Ran todavía le sería leal, y si podía, buscaría hacerlo feliz.

Por supuesto, quería volver a enamorarlo, por esa razón se acercaba a Chu Wanning.

Para aprender a ser amado por Shi Mei una vez más.

—No puedo creerlo —exclamó Mo Ran.

—¿Qué? ¿Hay algo malo con eso? —miró retando con sus ojos fénix al menor.

—No, no, nada de eso, solo sigue sorprendiéndome que no tengas a alguien contigo —rió—. Debe de ser muy solitario para ti a veces.

Chu Wanning con ese comentario se sintió un poco triste. Apartó la mirada para no ser evidente con ello.

—No me interesa, de todos modos no me apetece tener pareja, o amigos.

Mo Ran se sintió un poco triste por Chu Wanning.

—Pero, si tú y yo somos tan cercanos, ¿Cómo puedes decir eso?

Chu Wanning miró a Mo Ran, como escrutándolo con la mirada.

No iba a decirlo, pero no podía creer que alguien quisiera acercarse a él solo porque sí. No tenía las suficientes virtudes como para atraer a la gente, y Mo Ran era muy interesante, carismático, incluso guapo como para interesarse en él.

—Me has escuchado, incluso dado consejos, ¿No es eso una amistad?

—Solo te di una opinión en la biblioteca, de ahí en fuera, solo te ignoro —aceptó.

—Entonces no me ignores —sonrió—. Déjame contarte más de mí para que te sientas más cercano —murmuró.

Chu Wanning no dijo nada, sin embargo, se encontraba atento a Mo Ran.

—Soy un drogadicto, alcohólico, tengo problemas de ira. Mi esposa se hacía cargo de la casa, la conocí cuando éramos adolescentes, después, cargó conmigo porque mis padres me corrieron de casa. Fue una temporada difícil, pero estaba ahí ella. Solo, no puede soportar más mis defectos —suspiró aparentemente triste, pues, aquello, evidentemente no era verdad.

No tenía padres, creció en un orfanato, y tuvo una temporada en la que, en efecto, sucumbió a las drogas, y al alcohol, sin embargo, poco antes de conocer a Shi Mei, decidió cambiar y reformarse.

Shi Mei no conoció su parte más oscura.

—Tengo grandes problemas económicos también, pero, soy genial, ¿No?

Chu Wanning claramente no le creyó nada. Para empezar, Mo Ran no tenía una apariencia demacrada, al contrario, su piel era normal, aparte de las ojeras bajo sus ojos, no encontró algo que indicara una mala salud.

Sin embargo, le preocupó su situación económica.

—¿De verdad tienes problemas con tu economía?

Mo Ran realmente no tenía ese problema, de hecho, su salario era incluso mayor al de Shi Mei, solo que muchas veces no podía disfrutar de ello porque por las mañanas se levantaba tarde tras largas horas laborando en la tarde y parte de la noche.

—¿Por qué mentiría?

Chu Wanning tomó la manga de Mo Ran, y, sorprendiendo al menor, caminaron rápidamente hasta la casa del mayor.

Una vez en el hogar de Chu Wanning, el mismo metió a Mo Ran hasta la cocina, y allí metió arroz, fideos instantáneos, y un par de vegetales y carne. No había permitido que Mo Ran entrara hasta la fecha, sin embargo si podía ayudarlo, entonces estaba bien.

—No sé cocinar muy bien, pero ten eso —expresó Chu Wanning extendiéndole la bolsa.

Mo Ran miró completamente estupefacto al mayor. No entendía cómo alguien con un temperamento tan malo, fuera tan bonadoso.

—Yo...

Su sorpresa fue mayor cuando le entregó un par de billetes y monedas.

—¿Esto te ayudará?

—Ah, no es necesario, yo...

—Quédatelo.

Mo Ran se sintió un poco culpable, sin embargo, ¿Era tan buen mentiroso que Chu Wanning le había dado todo esto?

Lo aceptó y sin atreverse a agradecer, se despidió de Chu Wanning mirando el suelo, sintiendo extraño que una persona como el castaño le hubiese ayudado sin pensarlo dos veces.

Pésimo Falaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora