Capítulo 1

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Había una vez una chica de aproximadamente 23 años llamada Minatosaki Sana que se enamoró por primera vez de una bella mujer dos años menor que ella.

Sana era sumamente inteligente, simpática, muy agradable, tierna y sobre todo muy hermosa.
Sana a donde sea qué iba siempre le sacaba alguna sonrisa a alguna persona ya sea conocida o desconocida.
Muchos la consideraban la mismísima alegría personificada en persona. Ella siempre mantenía una sonrisa radiante en su rostro sin importar donde estuviera haciendo muy agradable su presencia.

La historia de Sana inicia en Japón.

Sana trabajaba en uno de los bufetes de abogados más importantes de Tokio. Ella era la mano derecha de la prestigiosa abogada Myoui Mina, abogada muy respetada entre sus colegas gracias a los múltiples casos ganados.

Un día su jefa pero mas que eso, su mejor amiga, viajó a Corea por asuntos personales donde quedó enamorada de una linda y agradable taxista sin planearlo ni imaginarlo.
Ambas comenzaron un romance a distancia cuando su jefa volvió a Japón. Después de varias semanas lastimosamente su relación estuvo a punto de terminar por culpa de terceras personas que querían separarlas pero gracias a las buenas amistades de ambas chicas, su relación superó aquella oscura pesadilla.

Un día su jefa cansada de la relación a distancia, decide mudarse a Corea con su bella novia y así empezar una nueva vida dejando a Sana con una nueva abogada en el bufete.
Después de varios meses Sana también decide mudarse a Corea, extrañaba a su mejor amiga y que mejor que ir y volver a trabajar de nuevo para Mina.

Cierto día cuando Sana salía de una cafetería después del trabajo chocó accidentalmente en la puerta contra otra chica que entró prácticamente corriendo al lugar haciendo que tire el postre que traía en sus manos a suelo. Su día había sido un desastre, había discutido con Mina por culpa de un caso de divorcio que la abogada estaba manejando, luego en la hora del almuerzo derramó parte de su comida sobre su falta, minutos antes su auto había dejado de funcionar a mitad de calle y en lo que la grúa llegaba a su rescate ella había entrado a comprar algo.

—¡¿Oye, que te pasa!?—Sana miró sus zapatos sucios.—Mira lo que has he...—Reclamó levantado la mirada y entonces las palabras se quedan a medias cuando su mirada da directamente a los ojos de la chica.

—Lo siento, lo siento. Venía revisando mi teléfono. Puedo comprarte otra cosa y algunos bocadillos si quieres.—La chica se disculpó guardando su teléfono de inmediato y hacer varias reverencias—En serio, perdón. Puedo limpiar tus zapatos también.—A Sana le pareció gracioso lo que la chicha hacía además, ella chica era preciosa. Ojos demasiados rasgados, piel de porcelana, labios delgados, cabello castaño... Era hermosa ante sus ojos. Las coreanas eran hermosas pensó.

—Acepto otro pastel.—Dijo—Soy Sana.—Extendió su mano hacia ella con su característica sonrisa en el rostro.

—Dahyun. Kim Dahyun.—La contaría estrechó su mano. Y ahí es donde la historia de amor de Sana comenzó.

Semanas Después de aquel pequeño incidente en la cafetería, Sana y la chica de piel blanca llamada Dahyun inician un romance. Para Sana la chica era su adoración, su ángel, su más Preciado tesoro, la quería, la adoraba con todo el alma. Ella la contemplaba en silencio sintiéndose afortunada de tenerla a su lado.

—Hola Minari, ¿Que pasa?—Una noche mientras descansaba donde la cama recibió una llamada de su mejor amiga y jefa, Mina.

Sana, Jiu y las chicas vendrán a Corea el viernes.—Contó Mina desde el otro lado de la línea y en su voz se pudo oír la alegría y emoción que tenia.

—¿¡Queeee?!—de golpe se levantó llevándose la mano a la boca. No lo podía creer, vería a sus demás amigas después de meses.

Ellas vendrán, Sana.—Mina dijo.

SaiDahMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora