Capitulo 6

37 1 2
                                    

Colge el telefono, en ese momento no sentia tristeza, sentia odio porque ha asesinado a las unicas dos persnas que me han querido y me han cuidado de verdad.

– Lo siento cariño - Dijo ella mientras se acercaba

– No te preocupes - Dije serio

– Ven anda - Dijo mientras me abrazaba

Deje que me abrazara, no sabia que hacer en estos momentos, a sido duro la noticia pero el que los hayan asesinado.. Pasaron dias, sin que saliera de casa, no me apetecia ya que despues de todo estaba desganado, el asesino aun no aparecio parece que se escondio bien.

Me desperte por la noche, habia escuchado un ruido, asi que baje a ver que era lo que ocurria, Elenea estaba durmiendo a mi lado, como todos los dias, asi que habra sido otra cosa, cuando llege al final de las escaleras note un golpe en la cabeza y despues no recuerdo mas nada.

– Despierta chico, es hora de acabar con mi trabajo - Dijo una voz ronca

Abro un poco los ojos, no estaba en mi casa, estaba en una habitacion oscura, humeda, estaba sentado en una silla de acero, amarrado de pies y manos.

– ¿Quien eres tu? ¿Que hago aqui? - Dije nervioso

– Oh, parece que el pequeño ya desperto - Dijo con una sonrisa

– Sueltame - Dije serio

– No, aun no primero quiero que veas algo - Dijo riendose

Encendio una luz, ante mi estaba Elenea, en otra silla amarrada como yo, estaba dormida o desmallada. Trajo una mesa pequeña con instrumentos quirurjicos, martillos, sierras y otros aparatos que desconocia.

– Bien, ¿sabes quien soy? Soy quien asesino a tus abuelos - Dijo mientras le tocaba el pelo a Elenea

– ¡Hijo de puta! ¡Sueltame para poder matarte! - Dije muy enfadado

Riendose, cojio el martillo, se puso delante de Elenea, cojio su mano y le puso los dedos estirazados, se los agarro con una especie de cuerda y comenzo a pegarle porrazos con el martillo uno tras otro, ella se desperto gritando y llorando de dolor. Yo forzajeaba con manos y pies para liberarme pero no lo consegia, llorando continuaba luchando para soltarme pero no podia dejar que le hiciera nada se lo debia.

– Vaya, quieres liberarte, es una pena que no puedas ¿verdad? - Dijo sonriendo

– ¡Te voy a matar hijo de puta! - Dije gritando

Un rato despues se fue, Elenea estaba inconciente segia luchando para liberarme pero no consegia soltarme.

– ¡¿Porque no me lo haces a mi?! - Dije gritandole

– Mmm.. Porque quiero que sufras antes de acabar contigo, que me rueges que te mate jajajaja - Dijo riendose

Pasaron dias o semanas y segia luchando, tenia marcas que sangraban de tanto luchar con las cuerdas, estaba agotado, sin esperanzas no sabia que hacer ya. No podia dejar que matara a Elenea, la quiero y no dejare que le pase nada mas, se acabaron los juegos.

Solo podia hacer algo para salvarla, para que dejara de sufrir, algo que no queria hacer, es hora de ser lo que soy, un demonio.

La Villa del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora