Capitulo III: Verano

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Cuando llego el verano no pude aguantar sin los cortes, asi que me sente en una silla y empecé a rascarme la rodilla intentando hacerme una herida, hasta que lo conseguí.
Era profunda y grande, no sangre ni nada, simplemente escocía. Pero hice mal, ya que por la tarde fui a la playa, y el agua era salada, asi que no me bañe en todo el día.
Al siguiente dia no pude mover en ningún momento, dolia mucho... me hice adicta a autolesionarme. No pude creerlo. Ese mismo verano, tuve un novio, al que le como nunca a nadie. Duramos ocho meses, pero la magia fue desapareciendo poco a poco y cortamos. Aún lo sigo queriendo, pero lo nuestro es imposible, ya que el vivia en Extremadura y yo en Murcia. Es un amor lejano, pero es un amor verdadero. Desde que lo conocí me fue enamorando. No es que el hicise mucho para enamorarme, pero lo hizo.

Secretos entre hierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora