Donde Elsa será contratada para cuidar a un adolescente que está enamorado de ella. Y dónde también nos daremos cuenta de que los extraños pueden estar más cerca de lo que creemos.
❛ 🎃 ➻ murder ; blood ; psycho ; halloween special.
❛ 🎃 ➻ conten...
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Un rato después, y salió del baño envuelta en la toalla limpia que había tomado. La ducha le había caído de maravilla, solamente quería sentirse fresca ya que se había duchado muy temprano.
La habitación de Jack estaba vacía, para su fortuna. La toalla dió a parar en el suelo, al quedar totalmente desnuda, buscó en su mochila aquellas prendas nuevas, tuvo extrema delicadeza al deslizar sus prendas por su cuerpo, procedió a dejar suelto su cabello, y así salió de la habitación.
La sonrisa en el rostro de la platinada se desvaneció, y sus ojos se abrieron impresionados.
── ¿Tadashi?
Mentiría si dijera que no estaba encantada al ver a su ex novio ahí, buscándola con una expresión triste y esa sonrisa radiante pero decaída, se sintió mal de hecho. Aunque no había sido culpa el haber terminado, sino por él.
Cuando vió a Tadashi de pie en el umbral de la puerta, un ramo de flores en sus manos sintió su corazón latir desenfrenado y sus dedos cosquilleando.
── ¿Qué estás haciendo aquí?
── Te he estado buscando sin parar, llamé a Mérida y me dijo que estarías aquí.
Rayos, Mérida.
── Bien, ya me has visto, ¿puedes irte ya?
── Elsa, yo... — su atención se desvió al pequeño sujeto que sostenía la puerta, se veía serio. — ¿Este es el niño al que cuidarás?
La expresión de Jack se volvió a la defensiva ante aquel comentario. — No soy un niño.
Tadashi soltó una risa nerviosa, antes de volver a ver a Elsa, su rostro fruncido y brazos cruzados.
── Hablemos en privado, ¿Sí?
── No. — susurró Jack.
── Jack, ve a elegir la película.
Tadashi suspiró profundo, el chico había desaparecido con una mueca en su rostro, al parecer odiaba que le dieran órdenes.
Deslizándose el interior de la casa le entregó el ramo a Elsa, que lo tomó con un sutil brillo en sus ojos.
── Sé que fuí un total imbécil, y lo admito. La tía Cass y su hija acababan de llegar a New York, al verme en el aeropuerto enloquecieron. Mi tía me pidió que le diera un paseo a Sumi, New York es enorme y jamás terminaría. Sumi me tuvo tan ocupado con el tour no me dejó ni siquiera tomar mi celular, sé que suena increíble pero es la verdad, tú conoces a mi tía, es muy impulsiva, y si ella es así, su hija es el doble, no fue mi intención lastimarte, te mandé incluso algunos mensajes a la hora de dormir pero Sumi lograba esconderlo de mí, no dudo que haya hecho de las suyas en mi ausencia.──
Elsa siguió con sus brazos cruzados, su mirada seria analizando a Tadashi que bajó su vista al suelo.
