En un mundo donde la Nacion del fuego capturo al Avatar y lo mato el equilibrio esta perdido, espíritus deambulan en el mundo humano y la única forma en que los pocos humanos que quedan puedan resistir es solo con la unión de la nacion del fuego y...
Ya era de noche... bastante tarde...no había podido conciliar el sueño -esto es horrible- dije viendo el techo, los muros se extendían hasta que este ya no era visible, ¿Cómo era posible que las habitaciones fueron tan frías?, dirigí mi mano a mi pecho sintiendo una pequeña daga de diamantes -...mama...Raba...esto...no está bien- dije para mí misma, esto simplemente no encajaba, la Nación del juego jamás mezclaría su sangre con la nuestra nos consideran impuros...además nosotros podíamos ganar la guerra, yo sé que sí, necesitaba respuestas y sabía dónde encontrarlas, pero para eso necesitaba salir, así pues tome mi ropa del páramo y me coloque mi mascara Sali de mi habitación al fijarme que no hubiera guardias sin embargo apenas camine unos metros sentí como alguien me tomo de la mano y me acorralo contra la pared -que estás haciendo?- me pregunto Zuko en voz baja y enojado -tú que estas haciendo- le dije -pensabas salir no es así? A dónde? - me interrogo -a robar cosas? A dar información? - le voltee la jugada y ahora el estaba contra la pared -solo quería salir a caminar idiota -no vestida así, además no te es permitido salir de noche- me dijo -adivina que caletita yo hago lo que yo quiera- le dije con una sonrisa burlona y note como el fruncia su seño -no me llames a si- dijo empujándome -aun te molesta? Jaja aunque aquí entre nos te vez mejor sin la calva- añadí a lo que el volvió a tomarme del brazo -sierra la boca salvaje- me dijo acercándome a él a lo que lo empuje, el me golpeo pero esquive su golpe y me coloque detrás de él tomándolo del brazo -tus movimientos son tan predecibles como en el páramo- pude notar como su cara se enfurecía aún más sin embargo note que me tapo la boca, pude ver una luz que se aproximaba Asia nosotros y corrimos Asia dos pilares a escondernos, dos guardias pasaron por nuestro costado y para nuestra suerte no nos vieron -estuvo cerca- dije en voz baja -muy cerca- añadió Zuko, de pronto me percate de lo cerca que estaba de el presionándome contra su pecho alce la mirada y note que él también me estaba mirando y ambos nos sonrojamos -muévete, me estas apretando- exclame saliendo del lugar -agh idiota- me dijo el -si nos hubieran visto estaríamos muertos tonta- me dijo -pues no tenías que seguirme idiota- le dije enojada -y dejarte sola? Eres el enemigo y aunque no sé qué es lo que planeas o porque estás aquí no te quitare el ojo de encima- me dijo enojado -pues ya somos dos- -no me pienso casar contigo- -o y ¿tú crees que yo quiero niño bonito? Yo tenía a alguien antes de esta mierda- le dije enojada a lo que el simplemente se quejó y se fue a su alcoba y yo hice lo mismo, me tire en la cama y suspire -mañana será- dije para cerrar los ojos y dormir
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