˜ I can help you˜ -(Noah Schnapp)-

『024』

"Que tan lejos estamos
de estar tan cerca?"
-Av 749

Noah

Había pasado ya un mes desde que Mc Allen salió del hospital, y todo estaba yendo de maravilla. Cabe resaltar que su salud estaba mejorando considerablemente, cada dos semanas la acompañaba a realizarse chequeos e ir a comprar algunos medicamentos. 

Era un viernes por la tarde y estábamos a unas semanas de tener nuestras vacaciones de verano, todo planeábamos salir a algún lugar y quedarnos ahí por lo menos unos días, para eso estábamos en casa de Sadie.

—Yo digo que deberíamos de ir a la playa —opinó Sadie.

—No seas tan básica zanahoria. —Habló Jack burlón. —Deberíamos de salir del país y nunca volver. 

—Apoyo esa idea. —Gritó Jaeden desde el sofá.

—Me gusta la idea bueno solo la parte de viajar a otro lugar, uno nuevo, descubrir algo nuevo. —Esta vez habló Mc Allen.  

—Si también me gusta, deberíamos de ir a Nueva York. —Propuse.

—No hablas en serio. ¿Sabes cuanto nos costaría ir? —Exclamó Millie. 

—No creo que sea tanto, somos muchos, además no nos queda tan lejos. 

—Exacto Mills, una nueva experiencia no nos vendría mal. —Me apoyó ______

—¿También estas de su lado? Dios, pero que parte de no somos adultos no entienden.

—Habla por ti. —Intervino Wyatt.

—Vamos Millie. ¿Podrías verle el lado bueno solo por esta vez? —Dijo Jack mientras pasaba su brazo por su hombro. 

—Somos 7 contra 1. —Gritó Gaten.

—Bien, pero si pasa algo les tatuare "SE LOS DIJE" en la frente con tinta roja. 

—Si, si confía, sigue a tu corazón Mills. 

—Bueno, ahora debemos de buscar las opciones más baratas o accesibles. También debemos de organizar todo y saber que podríamos hacer allá, oh y también organizar nuestros horarios, también saber como... — No pudo terminar porque Jack la interrumpió.

—Oye, oye tranquila. Porque no simplemente te relajas, todo saldrá bien Millie, tranquilízate.

Pasó al rededor de una hora, todos discutían por escoger un hotel, que cumpliera con lo que cada uno quería. Wyatt, Jaeden, Sadie y Gaten pagaron algunas cosas ya que ellos ya son mayores. Claro que cuando estemos allá, cada quien pagara lo suyo. 

Mientras todos discutían Mc Allen y yo estábamos buscando lugares para visitar. Se notaba su emoción a kilómetros. 

—No me imagino en Nueva York, todo esto es una locura. —Habló emocionada. 

—Tenemos que visitar tantos lugares como podamos, tomar cuantas fotos queramos, yo también creo que es una locura, pero me gusta. —Respondí con el mismo tono