『Same Tastes』| Little Witch Academia

La angustia de Hanna

Este...

digamos que Wattpad no me dejo subir este capitulo y recien me doy cuenta,perdon si lo subo hasta ahora,me disculpo XD

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Hannah se arrojó en el sofá tan pronto como abrió la puerta de su dormitorio, agarró la almohada más grande que pudo encontrar y enterró su rostro en ella, las pocas lágrimas punzantes que no pudo contener formando charcos en la tela. Deseaba desesperadamente el calor humano en este momento, ser sostenida por brazos reales y tal vez entonces ser capaz de dejarlo salir todo. Pero a ella no se le permitiría tal comodidad.

Al menos, con todos los demás almorzando, estaba sola y libre para revolcarse en su propia autocompasión sin miradas indiscretas para ver lo patética que se veía.

"¿Hannah? ¿Eres tu?".

La voz venía de detrás del tabique que dividía las habitaciones. La chica de cabello castaño se quedó sin aliento, tiró la almohada y se sentó erguida, luego se puso de pie de un salto. Corrió hacia adelante, alcanzando el escritorio para poder fingir estar estudiando. Pero en cambio, tropezó con sus propios pies y cayó, aterrizando en un montón en el suelo justo cuando la dueña de la dulce voz apareció detrás de la estantería dividiendo la habitación por la mitad. Otro sollozo quedó atrapado en la garganta de Hannah, cuando se dio cuenta de lo frágil y vulnerable que parecía.

Sin decir palabra, Diana se arrodilló y le tendió la mano a Hannah, que estaba desenredando un brazo de una pierna. Ella lo tomó, y la heredera levantó a su compañera de cuarto, presentándole una sonrisa libre de juicio. A Hannah le costaba mirarla a los ojos, pretendiendo arreglarse el uniforme como excusa para no mirar directamente a su ayudante.

"He preparado un poco de té", comenzó la Cavendish, como si nunca hubiera visto la angustia de Hannah. "Eres bienvenida a tomar un poco conmigo". Y con eso, regresó a su estudio, esperando que la otra bruja la siguiera. Hannah lo hizo.

Hannah no era tan fanática del té como sus compañeras de cuarto, pero se complacería. No es como si pudiera negarse y volver a revolcarse ahora. Colocó la mano en el extremo de la estantería pulida, atravesando la división. Diana estaba de espaldas a ella mientras les servía el té, colocando la tetera en un ángulo perfecto para evitar derramar cualquier líquido sobre su escritorio. Como de costumbre, Diana fue absolutamente perfecta.

O eso es lo que pensó Hannah. La heredera se alegró de que su compañera de cuarto no notara ni las perlas de sudor que brillaban en su frente ni las grietas en su tórax por sus profundas tomas de aire. Aunque no había corrido, una ruptura de conducta que no deseaba repetir después del incidente del 'exorcismo', todavía había caminado hacia su dormitorio para llegar antes que Inglaterra.

"¿Por qué no estás almorzando con las demás?" Preguntó Hannah, parada incómoda en un lugar, sin saber dónde sentarse.

"Vaya, podría preguntarte lo mismo", replicó Diana, llevándose una taza de té a los labios después de sentarse en el borde de la cama con las piernas cruzadas. Hannah lo tomó como una señal para sentarse en el estudio, sobre el cual se había colocado un platillo con una taza de líquido tibio encima. "Simplemente ... tenía algo de estudio que poner al día antes de nuestras clases de la tarde".

Hannah bebió de su taza. La infusión no era exactamente de su gusto, con el fuerte regusto cítrico y la absoluta falta de azúcar, un ejemplo de la filosofía del té purista y sin condimentos de Diana. Pero el líquido tibio que bajaba por su garganta todavía hizo algo para calmar sus músculos rígidos y calmar su mente.