U n o

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Las personas aplaudían, algunos silbaban y otros gritaban pero yo no escuchaba nada, era como si el tiempo se detuviera, como si no existiera nada mas que ella y yo—Abrí los ojos y allí estaba sosteniendo su mano con una hermosa sonrisa como siempre y sus mejillas tornadas de un leve sonrojo

—Te amo—Fueron las palabras que al salir de su boca hicieron que una chispa en mi se prendiera, como si la famosa expresión de tener mariposas en el estomago fuera cierta

Quería que ese momento durara para siempre, no quería soltar su mano, no quería dejarla ir, pero seria lo mejor...

**Varios Meses Atrás**

VAMOS LIAM ARRIBA ESAS MANOS!!—Grito el entrenador desde una esquina del cuadrilátero mientras yo estaba acorralado contra las cuerdas recibiendo varios golpes a la vez, uno tras otro no podía concentrarme mi respiración se aceleraba cada vez mas y la vista se me nublaba poco a poco hasta que un fuerte golpe en mi mejilla hizo que cayera al suelo

—1...2...—Todo estaba oscuro me sentía mareado—...3...4...—intente ponerme de pie con las pocas fuerzas que tenia, la ceja y la nariz me sangraban podía ver caer las gotas al suelo uno tras otras—...5...6...7...—en esos momentos solo paso una sola cosa por mi cabeza—...8...9...—Me deje caer al suelo mirando hacia el techo no tenia sentido seguir luchando—...10!—Exclamó el arbitro levantando la mano de mi oponente causando que las personas que estaban allí aplaudieran y gritaran su nombre, yo...yo seguía allí tirado hasta que mi equipo me ayudo a levantarme

—Fue una buena pelea—Dijo Mia mientras ponía una bolsa con hielo sobre mi ceja la cual estaba algo hinchada y con un pequeño corte

Suspire—¿Enserio eso crees?—Dije entre una pequeña risa sarcástica

—La verdad es que no das asco peleando—Retiro la bolsa con hielo y paso un algodón con un poco de alcohol sobre la herida

—Joder que haces?!—Me aleje un poco de ella poniendo mi mano sobre la herida

—Si te quedarás quieto no te doleria tanto—Volvio a acercarse con el algodon y lo paso sobre mi herida lo cual hizo que jadeara un poco de dolor

La puerta se abrio de repente haciendo que la silueta de un hombre se marcara en el umbral de esta

—Mia dejanos solos—Efectivamente el padre de Mia también conocido como mi entrenador era la persona que estaba recostada al umbral

Mia se levantó dedicandome una leve sonrisa y se dirigio hacia la puerta, una vez que salio el padre cerro la puerta que estaba a sus espaldas

—¿Se puede saber que mierda fue eso?—Dijo Mason cruzandose de brazos mirandome con una mirada que precisamente no era de felicidad

—Que mas da—No le di mucha importancia y es que para un boxeador normal una pelea perdida seria motivo para reflexionar y entrenar más, ese seria un boxeador que pelea por ser campeón pero yo...yo simplemente peleaba para poder pagar las deudas de mi familia

—Joder Liam es la cuarta pelea que pierdes este mes—dijo mientras masajeaba su sien con la yema de sus dedos, dio un pequeño suspiro seguido de esto me miro y se cruzo de brazos—¿Que voy hacer contigo?

—No lo se quizas la proxi-

—No habra proxima—Me corto de forma fria y algo dura

—¿Que? ¿Como que no?—Dije confuso a que venia esto si a pesar de perder las peleas ganabamos un poco de dinero, claro no tanto como el que ganaba pero si un pequeño porcentaje solo por presentarnos

—No Liam, no me oyes, nunca llegas a los entrenamientos y siempre que subes al rin solo recibes golpes asi solo te haces daño, terminaras muriendo, lo siento...tomate un tiempo libre—Dijo mientras caminaba hacia la puerta

—No puedes hacerme esto sabes que tengo mil deudas y esta es mi única forma de conseguir dinero por favor dame una oportunidad—Me puse de pie de forma desesperada

—Ya te he dado demasiadas oportunidades...busca otra forma de ganar dinero—Salio de aquella habitación cerrando la puerta

Un fuerte golpe hacia el casillero hizo que mi puño sangrara no podia creer lo que estaba pasando el entrenador acababa de abandonarme genial acaso ¿esto podria ser peor?

Recogí mis cosas, coloque la mochila sobre mi hombro izquierdo, me puse la capucha de mi abrigo sobre mi cabeza, salí por la puerta trasera del edificio, una fuerte brisa fría golpeo mi cara ya se sentía llegar el invierno frote mis manos y las guarde en los bolsillos del abrigo. Luego de caminar un par de cuadras las luces de un auto encandilo mi vista, este se detuvo justo frente de mi, me quede observándolo por unos segundos hasta que dos hombres vestidos de negro y enmascarados bajaron del auto dirigiéndose hacia donde yo estaba.

—Genial—Dije en un tono de desgano soltando mi mochila y preparándome para pelear.

Aquellos hombres se acercaron a mayor velocidad hacia donde estaba yo, uno de ellos me ataca lanzando un puñetazo hacia mi cara logro esquivarlo pero no me da tiempo a contraatacar ya que el segundo sujeto vestido de negro agarro mi hombro golpeando mi abdomen haciendo que jadeara de dolor el otro tío golpeó mi cara haciendo que cayera al suelo en el cual los dos tíos patearon mi abdomen y cara hasta que de la nada se detuvieron, un hombre vestido de traje bajo del mismo vehículo de donde habían bajado los enmascarados, camino hacia donde yo estaba, se agachó hasta mi altura y tomo mi pelo tirando de el hacia arriba haciendo que levantara la vista.

—Vaya vaya, pero quien tenemos aquí—¿Recuerdan cuando dije que esto no podía ser peor? Pues retiro lo dicho.

—¿Menuda pelea de mierda verdad?—Su tono de voz no era de estar muy contento

—¿Que quieres? he hecho todo lo que me has pedido—El dolor apenas me dejaba hablar, me costaba respirar

—Si...has sido un chico muy obediente—Soltó mi cabello y un suspiro de alivio salió de mis labios—Lo que pasa chaval es que no es suficiente, el dinero que haces no alcanza para pagar tus deudas asi que tengo una idea—su mirada cambio a una mas seria

—Si con esto pueda pagar mis deudas lo haré...

—Bien—Se puso de pie dándome la espalda para luego mirarme de reojo—Quiero que te vuelvas campeón, que la gente apueste todo su dinero en ti y cuando ya todos confíen en ti quiero que pierdas así me harás ganar muchísimo dinero y tu deuda estará pagada

Una pequeña risa salió de mis labios—sabes que eso es imposible—el fuerte ruido de un golpe cerca de mi oído hizo que me estremeciera aquel señor había golpeado la pared con su pie cerca de mi cara, alce mi vista para verle y justo frente a mi cara estaba el frio cañón de una pistola—Escúchame bien Liam me importa una mierda que sea o no posible si te digo que lo hagas lo haces y ya esta ¿quedo claro?—Quede mudo baje la vista y simplemente asentí con la cabeza—Ha una ultima cosa hasta que no te diga que pierdas no lo hagas si pierdes una pelea te hare daño Liam y no me refiero a ti, si no que buscare lo que mas quieras y lo hare sufrir.

El hombre y los enmascarados subieron al auto el cual se detuvo frente de mi bajando la ventanilla trasera

—Buenas noches "Campeón"

El Silencio De Una Lagrima Donde viven las historias. Descúbrelo ahora