El Silencio De Una Lagrima

S e i s

Aquella chica salió por la puerta, dejándonos solos al director y a mi en un ambiente poco agradable. Me puse de pie al momento apoñando mis manos bruscamente sobre la mesa del director

—¿Se puede saber de que va todo esto?—pregunte en un tono más de enfado

—No se a lo que te refieres—Respondió aquel señor con un bolígrafo en sus manos meciendose de un lado a otro en su silla.

—Venga ya, si que sabes ¿ahora resulta que necesito una niñera?—Dije alzando un poco mas el tono de voz a lo que el se puso de pie adoptando la misma posición que yo

—Solo es precaución—Susurro para que solo le escuchara yo

—Ten un buen día campeón

Al pronunciar esta palabra sono la campana e hizo que un escalofrio recorriera toda mi espalda, al momento entraron dos profesoras, yo simplemente quede petrificado mirandole unos segundos hasta que decidi recoger mis cosas e irme.

Saliendo por la puerta volví a encontrarme con aquel profesor de mates el cual simplemente sonrió de forma hipócrita a lo que yo le devolví el gesto y seguí mi camino por la institución

La rotunda idea de irme y dejar esto por hoy pasó por mi cabeza, quizás lo hiciera después de ver que quería la profe Clotilde. Mientras recorria los pasillos vi como dos chicos acosaban a la cerebrito, que arte tiene para meterse en problemas. Paso por mi mente ayudarle pero preferi quedarme mirando unos minutos antes de seguir mi camino, de seguro se las apaña bastante bien y esto no me lo podía perder

Ella al parecer no noto mi presencia. Uno de los chicos subió su mano hasta el mentón de ella, lo que hizo que un escalofrío subiese por toda mi columna provocando que apretara mis puños con fuerza. A la chica parecía incomodarle mucho la situación, se que dije que no intervendría pero ya esto no me estaba gustando para nada, di el primer paso dispuesto a ayudarle cuando me detuve en seco al ver la situación, "uhh eso debió doler" dije para mi mismo haciendo una mueca de dolor al ver la hermosa patada que le había dado al chico en su entre piernas.

La friki había comenzado la carrera de su vida huyendo del otro chaval que al ver a su amigo retorciéndose de dolor en el piso no supo que hacer hasta que su amigo le dio la orden de perseguirla. Le seguí hasta que logre pasarle por su lado corriendo. Ella resbaló en un charco y antes de caer tome su mano comenzando a guiarla

—Por aquí—Dije en un tono neutral dando un giro brusco hacia un pasillo. Sin darme cuenta comencé a llevarla hacia los sótanos

El chaval que nos perseguía había resbalado y caído en aquel charco por lo cual fue fácil desacérenos de el. No se porque había decidido ayudarla a escapar pero para cuando me di cuenta ya era demasiado tarde. A ella no parecía importarle mucho que fuera yo quien le guiará

Llegamos a los sótanos, ella parecía algo confundida al igual que yo, no entendíamos porque este lugar pero ya estábamos allí. Decidí vigilar por si acaso venía alguno de los dos, al parecer habíamos logrado escaparnos de ellos, volví a mirar a la friki la cual parecía confundida.

Silencio, nadie decía una palabra, solo se escuchaba el sonido de nuestras agitadas respiraciones producto a aquella pequeña carrera. Nuestros ojos se encontraron, el tiempo parecía detenerse, era como si un incendio surgiera desde mi estomago hasta mi garganta. Me acerque lentamente a la friki quedando frente de ella, se notaba aun más la diferencia de tamaño, acaricié suavemente su mejilla con la yema de mis dedos acomodándole un desordenado mechón de pelo colocándoselo de tras de su oreja, ella simplemente me miro, una mirada de inseguridad pero de ternura se dibujo en su rostro, era hermosa, y no me cansaba de repetirlo. Por mi mente solo pasaba la idea de besarle. Poco a poco me fui acercando a ella hasta quedar tan solo a unos pocos centímetros de sus labios. Mi mirada bajo a aquellos carnosos labios. Cerré mis ojos dispuesto a besarle cuando de repente me aleje de ella totalmente mirándola, negando para mi mismo, le di la espalda y salí de aquella habitación.

Había recordado las palabras del profesor de Mates "No querrás que le hagamos daño" por mucho que hubiese querido besarle no pude hacerlo, no aquí, no quiero que ella corra ese peligro por mi culpa

*NOTA*

Perdonen el capituló corto, el próximo será un maratón para compensar este ^^