El Silencio De Una Lagrima

C u a t r o

Tras una larga caminata llegue a aquel instituto, aun había gente merodeando por los pasillos, así que intente no distraerme con nadie, debía llegar a aquella aburrida clase de literatura la cual ya había empezado.

La mirada cansada de el profesor se poso en mi, esperaba un regaño o algo por lo menos pero simplemente hizo un gesto con la cabeza para que entrara. Me senté en uno de los últimos pupitres de la fila central. En esos momentos comenzó una batalla interna contra Morfeo la cual como muchas veces acabe perdiendo y al parecer esta no iba hacer la excepción de la regla. Luche ferozmente contra el pero al final termine rindiéndome a sus brazos.

De esta forma comenzó mi pequeño viaje astral por el mundo de Alisia y el país de las maravillas, todo era perfecto conejos hablando, naipes en guerra, todo era tan mágico hasta que una voz interrumpió aquella pequeña aventura. La voz de la profesora Clotilde hizo que abriera mis ojos lentamente, esa mujer era el mismo demonio en persona, sumándole a eso que al parecer no le caía muy bien

—Buenos días Liam, ¿tan interesante le parece mi clase como para quedarse dormido?

Su tono sarcástico casi hace que mis oídos sangraran, supongo que ya se por que nunca se caso, no hay hombre en la faz de la tierra capaz de aguantar unos buenos días de esta mujer

—Solo un poco

Dije comenzando a estirarme y bostezar a la vez. La cara se Clotilde comenzaba a lucir molesta lo cual no era para nada bueno

—Si tanto le aburre mi clase puede retirarse

Cualquier persona normal se hubiera quedado pero yo no podía dejar pasar esta oportunidad, cogí mis cosas y me dirigí hasta la puerta con la profesora siguiéndome hasta ella

—Por cierto Liam

Claro era demasiado bonito para ser verdad

—Pásate por mi despacho esta tarde, en caso de que no vayas tendré que tomar medidas severas y explicarle algunas cosas a tu entrenador ¿quedo claro?

Hablo el demonio con su hermosa sonrisa de mierda, supongo que el plan de fugarme un era una opción, no me conviene que el entrenador me sentencie, en estos momentos necesito el dinero mas que nunca. Así que para no empeorar la situación simplemente asenrí y salí del salon

Después de haber salido de aquella clase y estar dando vueltas por los pasillos en busca de algun alma libre y abandonada como la mia, fui hacia el patio donde tampoco habia nadie, supongo que todos estan en clase, pero bueno mirándolo de un punto de vista positivo, nadie vendra a molestarme. Me sente en el suelo frente a una pared y saque una pelota de goma de mi mochila comenzando a lanzar esta hacia dicha pared.

Después de un rato así ahi estaba, el hermoso sonido de la campana indicando el cambio de clases. Me puse de pie guardando la pequeña pelota de goma en la mochila para comenzar a caminar hacia mi siguiente clase. Sinceramente una de las cosas más molestas que habia en esta escuela era que cuando la campana sonaba los pasillos se llenaban y apenas podia caminar, pero bueno haciendome paso entre la gente lograba caminar algo hasta que mi vista se detuvo en un grupo de dos chicas y un chico, para mi "hermosa" suerte una de las chicas era la cerebrito, decidi no darle mucha importancia y segui caminando pasando por su lado como si en mi vida la hubiese visto quizás ignorarla sea lo mejor.

Al parecer la cerebrito tomo la misma decisión que yo y no me hizo mucho caso, aunque todo no podía ser bueno aquella chica entro a la misma clase que la mia, esto no podria ser mas "fantastico" di un suspiro antes de entrar al salon y sentarme detras de ella, saque una libreta y me recosté al espaldar de la silla, sinceramente hoy no tenias deseo de copiar ninguna clase asi que me enfocare mas en hacer gamberradas asi me entretengo en algo

Me estaba comenzando aburrir sentado en ese pupitre desolado, si al menos Ethan estuviera aquí esto fuera mas entretenido.

Una pequeña idea surco mi cabeza, mire a la cerebrito la cual andaba con otra chica secreteando arranque una hoja de mi libreta y disimuladamente se la lanze

La friki parecía confusa, tomo el papel en sus manos como si lo estuviera analizando, tenia que inventarme alguna excusa antes de que me descubriera algo que armara el caos, mi vista se dirigió a un pobre e inocente chaval y una sonrisa de maldad se dibujo en mis labios.

—Eh, cerebrito

La llame entre susurros los suficientemente alto como para que ella me escuchara. Con mi dedo pulgar señale disimuladamente al chico que estaba a mi lado. Estimule un "fue el " con los labios, Ethan estaria orgulloso si viera esto

Ella no parecía creerme ya que no me di cuenta de que aquel chaval estaba dormido pero aun así decidí continuar con la mentira hasta el final

—Se esta haciendo el dormido

Susurre para que el profesor no me escuchara, si todo salia como quería posiblemente ella tenga una buena fiesta de bienvenida en la oficina del director y yo me la pasaria a lo grande al ver la cara del profesor cuando se arme el desmadre

Ella suspiro y se giró, mierda mi plan estaba fallando tenia que buscar otra forma.
En cuestiones de segundo la cerebrito se volvió a girar hacia mi

—No vuelvas a llamarme cerebrito, yo no eh usado ningún apodo extraño para hablarte

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, no debiste decirme eso

—Ok cerebrito

Coloque mis brazos en alto en forma de rendición, ella comenzaba a fruncir el ceño, al parecer le estaba comenzado a molestar

—Chico listo, no juegues conmigo

—Ok cerebrito, lo tendré en cuenta

Apoye mis codos sobre la mesa mientras ella me comenzaba a fulminar con la mirada

—No pensé que fueras tan idiota

Su falsa expresión de sorpresa se notaba de aquí a marte, me daba mucha curiosidad saber que tenia por decir

—Al parecer lo suficiente como para tratar de ligarme en la cafetería

Llevo su mano a su boca fingiendo pena y dramatizando la situación, esto se estaba saliendo de control y una pequeña risita sarcástica salió de mis labios apartando la mirada

—¿Sabes que pasa cerebrito?

Mi vista se dirigió de forma serena hacia ella la cual seguía con una expresión de pena

—Que deberías medir tus palabras y saber bien a quien le dices las cosas

Rápidamente me levante de mi asiento llamando la atencion de todo el salon y sin perder un segundo me puse al lado de aquella chica tomando su mano y tirando de esta hacia mi, provocando que se levantara, con mi mano libre tome su mandíbula entre mis dedos indice y pulgar tendiendo de esta forma el control de su cabeza, luego rápidamente acerque mis labios a los suyos haciendo que la distancia fuera tan corta como para que surgiera un beso