Gracias

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Quiero finalmente agradecer a todos por hacer posible un mes que me hizo sentir nuevamente como mi viejo yo de la prepa, quien considero que es mi verdadero yo, alguien que es distraído pero responsable, alguien divertido pero inocente, alguien con falta de conocimiento pero disposición de aprender, alguien imperfecto pero que se esfuerza. Se que no soy perfecto para nada y no existe nadie más perfecto mas que El Señor Jesucristo. Pero estando en Tijuana lograron comprender esa parte de mi que había reprimido por la transición entre un joven y un adulto, por lo gandalla que algunas personas son, por la inseguridad y por la presión social, porque a veces nos juzgan de más y lo peor es que a veces nosotros nos convertimos en lo que detestamos, ser juzgadores.
Gracias a Dios por darme la vida, la salud, por darle a mis papás, a Aldo e Itza el recurso de apoyarme en mi estadía en Tijuana, gracias a Dios porque los hermanos también pusieron de su bolsillo todo para ser hospitalarios conmigo.
Gracias a Dios porque esa experiencia la viví y se ha convertido en mi combustible para seguir entusiasmado por la obra de Dios.

Anteriormente me clavaba mucho en el pasado y no valorar a quienes tengo aquí en Córdoba, cuando tenía 15 años me pasaba con la iglesia de Cristo en Puebla, yo creía que allá quería estar, que no se comparaba la iglesia de Cristo de Córdoba con la de Puebla y que el grupo de jóvenes y hermanos de allá era con quiénes quería estar, ahora no quiero cometer el mismo error y en lugar de alejarme quiero hacer lo posible por motivar a los jóvenes de aquí a que puedan mantenerse muy entusiasmados, muy llenos de disposición, que busquemos la forma de viajar y vivir esa hermosa experiencia que tuve, te cambia la vida.

Había reprimido mis sentimientos, miedos, felicidad y frustraciones pero estando allá me sentí en confianza de sacarlo todo y volver a ser quien era, espero que esto signifique una evolución en mi persona y una oportunidad para madurar más y aprender más de la vida y de la palabra de Dios, pues los hermanos predican muy bien, el hermano Montijo, el hermano Lupe, el hermano Gabriel, el hermano Josadac, son a quienes más recuerdo, no quiero omitir nombres, pero si aprendí buenas enseñanzas sobre las protestas, falsas doctrinas, sobre Gedeón, sobre cómo sobreedificar, etc.

Gracias Dios por ser tan bueno conmigo, por ponerme en mi camino a hermanos, personas y situaciones tan increíbles en mi vida después de un buen tiempo si haberlas vivido a esta magnitud, habrán pasado unos 3 años tal vez desde esas experiencias, pero valió la pena, espero volverlas a viví pronto.

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