dance with me | MINSUNG

38.

Pasado.

—¡Jisung no es malo!— gritaba sin pudor el pequeño niño de pelo castaño. —¡Él sólo estaba de mal humor! El... él me quiere— agachó su cabecita y juntó sus manitas mientras lagrimas lograban tocar sus mejillas, empapando las mismas sin parar.

—Entiende hijo, cuando un niño no quiere ser tu amigo no debes obligarlo— su madre acarició su cabello de forma dulce, tratando de calmar su llanto.

—¡Tú no lo entiendes! El si quiere ser mi amigo, lo sé— levantó la mirada encontrándose con la de la mujer.

—¿Cómo estas tan seguro, hijo?—

—Yo... simplemente lo sé—

Actualidad.

—Debemos organizar algo perfecto para el día sábado, tiene que ser sorprendente y nuevo. Lucas, ¿Alguna idea?— al escuchar su nombre, Lucas pareció volver a la realidad.

Durante el transcurso de la mañana, había estado muy sumergido en sus pensamientos, o mejor dicho, en un recuerdo.

—¿Cuál idea?— la mirada de Hoseok se volvió seria, lo que lo lograba intimidarle un poco. —Perdón, estaba pensando en otras cosas—

—Lo sé, te quedaste mirando al piso unos cuantos minutos mientras yo planificaba lo de este sábado, que por cierto, te beneficia a ti y no a mi—

Carajo, él lo había olvidado por completo.

—Lo olvidé, maldición.— dijo en un susurro casi inaudible. — No pensé en la fiesta, no tengo nada para aportar — para su sorpresa, el de cabello rojizo soltó una risota, lo que hizo que su mirada se tornara confusa.

—Yo soy todo un genio, ¿sabes?— Yukhei elevó una ceja dudoso ante las palabras del mayor. —Lo que quiero decir es que ya resolví todo por mi cuenta, te facilite el trabajo —

—Entonces sí, lo eres. Ahora dime, ¿Que planeaste?— se incorporó mejor en su silla y puso toda su atención en quien le dirigía la palabra en ese momento.

—Va a haber un bartender en la barra y también habrá un show con fuego en la playa, utilizaremos el edificio de tu tío para brindarles un hospedaje a los invitados ¡Y la fiesta será toda una locura! — grandioso, simplemente grandioso.

Ciertamente, para Lucas, la fiesta era algo que no tenía valor, pero para su tío, era una buena estrategia para ganar reconocimiento en Corea y así las ventas suban a una mayor escala. Si bien Lucas tenía un bar que administraba él sólo, también trabajaba en la empresa de su familia. Pero no era algo que el quería, sino que estaba obligado a seguir con el legado de los Wong.

—Buena idea, debo pedirle permiso a mi tío y luego te confirmare cuantas habitaciones tendremos disponibles, ¿Te podrías encargar de las invitaciones y todo eso?— la expresión de Jung cambió de sonrisa a cejas fruncidas. —Por favor ¿Puedes? ¿Sí?— utilizó una voz suave y sus ojos brillaron ante el pedido, estaba casi suplicando para obtener la ayuda del contrario.

—Si no fueras tan lindo no lo haría, de igual forma espero que mi sueldo suba al doble... o mejor dicho ¡Al triple! — Lucas soltó una carcajada.

—Será como tú quieras, te designo a Jiyeon como compañera para que no hagas todo tú sólo, suerte y muchas gracias, te debo una amigo— dio unas cuantas palmaditas en su espalda y salió corriendo hacía el estacionamiento. Debía dirigirse al colegio Fort ya que tenía algo muy importante que resolver, algo que lo estaba comiendo por dentro.

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