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Vi a Jisung sentando en el parque, eran las 13:00 PM, me sentí curioso al no verlo junto a Jeongin o Jaemin ya que ahora eran buenos amigos, pero aún más extraño era que él no esté trabajando.

Estuve pensando durante días en hablarle, incluso en la sala de ensayo pero Minho se volvió muy estricto con respecto al baile, y lo entendía, sólo nos quedan 10 días antes de la competencia.

Me acerqué cuidadosamente, no sabía si hacerlo pero era ahora o nunca.

"Hey Jisung..." le sonreí. Me miró y tan sólo me ignoró, otra vez. "¿Podemos hablar?" rodo los ojos y se sacó un auricular de su oreja.

"¿Qué quieres?" el estaba siendo duro conmigo, frío. Antes no era así y por eso extrañaba tanto al Jisung de antes.

"Quería hablar contigo, arreglar las cosas" soltó una risa sarcástica.

"¿Arreglar las cosas?" levanto una ceja. "Sabes que no podemos hacer eso"

"¿Por qué no?"

"Hyunjin, las cosas terminaron muy mal, me hiciste mucho daño y lo sabes" sí, lo sabía. Pero estaba arrepentido.

"Pero madure, necesito que me perdones porque esto no me deja dormir por las noches"

"¿La culpa te pesa después de tantos años?" sonrió ladino.

"Si, no te voy a mentir. Me siento culpable de todo y ahora se que lo que hice o dije estuvo muy mal"

"Muy tarde Hyunjin, no quiero perdonarte"

Lamentablemente no esperaba más de Jisung, el la pasó mal durante años por mi culpa, él confiaba en mi y yo lo traicione, lo lastime, lo rompí.

Agache mi cabeza y de un suspiro dije "Perdón" y me fui.

Caminaba por aquel parque con lágrimas en los ojos y chocaba con personas que ni si quiera conocía, ¿esto sintió Jisung cuando lo deje sólo?

Preguntas rondaban en mi cabeza dejándome dudas sobre si merecía el perdón de Jisung, si al menos merecía un poco de clemencia por su parte.

Me encontré con un pequeño espacio vacío en medio del parque, parecía una jaula grande -como la del vídeo de cia en elastic heart- pensé.

En mis auriculares sonaba 'when the party's over' de billie eilish, cerré mis ojos sintiendo la música en cada parte de mi cuerpo.

Inconscientemente comencé a improvisar un baile, es que ese tipo de cosas hacía cuando me sentía angustiado o triste, bailar.

Cada movimiento me liberaba de mis preocupaciones, y sí, amaba el baile.

Cuando la música acabó abrí mis ojos lentamente, sorprendiendome por la cantidad de gente al rededor mío, se oían aplausos y felicitaciones, podía ver la sonrisa de aquella gente desconocida. Les agradecí y me fui corriendo.

Mi clase de básquet había comenzado.

dance with me | MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora