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Volvimos al auto luego de terminar la comida y de que Minho haya sido tan generoso de pagarla, iba mirando de nuevo la ventanilla en el lado derecho del vehículo, pensé en mi mamá, en lo tanto que la extrañaba y en lo difícil que era vivir solo. Fue todo muy  repentino para mi... la muerte de mi papá y la recaída de mi mamá estaba matándome por dentro, y para alguien que vivió toda su vida mimado por sus padres, no tenerlos ahora era bastante difícil.

Di un corto suspiro que pareció llamarle la atención a Minho, me miró y me regalo una cálida sonrisa, como si estuviera leyendo mi mente.

La voz de Jeongin vino a mi cabeza,  ¿En serio le gusto a Minho?

Es difícil de creer sabiendo que desde que entré al colegio fui su enemigo, y no solo eso, también era el hecho de que le gustaba yo... un chico ordinario que no tenía nada de interesante y sobretodo era un nerd.

"Llegamos, es justo aquí" observé el departamento, era grande y parecía estar en buenas condiciones.

Me bajé del coche y me dirigí hacia la puerta, me asusté cuando se abrio sola, tanto que di un saltito para luego sonreír ante mi boba acción.

"Es automática, si pisas aquí se abre" señaló hacia una alfombra en el suelo.

"Si creo que ya me di cuenta" solté un risita.

Volví a pisar aquella alfombra y cuando la puerta se abrió, caminamos hasta un ascensor.

Me encontraba un paso atrás de Lee, con vergüenza jale despacio de su camiseta para llamar su atención.

"¿Pasa algo?" mire al suelo y pensé en lo tonto que sonaría lo que estaba a punto de decir.

"Yo... tengo algo asi como un miedo a los ascensores" fingi una sonrisa. "Mi papá... él me abrazaba hasta llegar a nuestro destino, desde que el no esta sólo voy por las escaleras"

"Las escaleras están clausuradas así que es imposible" las puertas del ascensor se abrieron y Minho entró esperando a que hiciera lo mismo, pero no fue así.

"No puedo" sentía mucha vergüenza, estaba actuando como un niño caprichoso cuando no recibe lo que quiere.

Las manos del mayor tomaron las mías, me sorprendí pero dejé que hiciera lo que quería.

"No tengas miedo, yo estaré contigo todo el tiempo" con pasos lenos me adentre al espantoso ascensor.

Aún sin soltar mi mano presionó el botón a la planta 5, era poco pero sabía que duraría una eternidad. Sentí mi cuerpo temblar, sentía pánico, solo quería salir corriendo de ahí. Ese definitivamente era mi infierno.

Cerré los ojos y dejé de pensar pero unos brazos rodearon mi cuerpo y como si de algo automático se tratara escondí mi rostro en el pecho del otro aferrandome fuerte de su camisa.

Un ruido se escuchó a lo lejos, que en realidad estaba cerca y era del mismísimo ascensor.

"Eso fue todo" levanté la vista y divise el rostro de Minho.

Oh.

Mierda.

Mi mente se nublo tanto que olvidé con quien estaba y más grave, ¡A quien abracé!

"Lo siento, sentí miedo y..." de nuevo, fui tomado desprevenido y me envolvió entre sus brazos.

"Esta bien, no quería que tuvieras un ataque de panico y pensé que abrazarte sería la mejor forma de calmarte" apoyé mi cabeza en su pecho, era cálido y lindo.

Una sensación rara llegó a mi estómago.

¿Mariposas?

Me aleje dando un paso hacia atrás, salí de donde estaba y esperé a que Minho hiciera lo mismo.

Se dirigió hacía la puerta 27 y la abrió,  dio un paso al costado y espero a que yo entrara, lo hice y observé cada detalle de esa pequeña sala. Las paredes tenían un color blanco, y rojo en una sola zona donde se encontraba una televisión, adelante de eso un sillón y una mesa de vidrio.

"Es lindo"

dance with me | MINSUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora