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Observaba el paisaje que le otorgaba aquel lugar, frunciendo el seño al notar que no estaba lejos del pueblo, no entendía nada de lo que pasando y la verdad lo poco que entendía lo estaba aturdiendo. Soltó un suspiro al pensar en las palabras que su hermana le había dicho, las cuales solamente le dejo más preguntas que respuestas.
"Formaremos un nuevo mundo, uno en el que podamos estar juntos" ¿Por qué no se quedaban en este? Ahora estaban juntos y eso era lo que importaba, podían ir a otra ciudad y tratar de rehacer sus vidas, no creía necesaria la destrucción de todo.
Y justo ahora una sola pregunta lo estaba atormentando, ¿Que tanto sufrió Lumine para querer destruir todo?
—— ¿Que te parece? —— pronto la voz del rubio cenizo llegó a sus oídos, haciendo que saltará en su lugar pues no esperaba verlo aquí
—— ¿La sabías desde el principio? —— pregunto mientras se giraba a mirarlo, sintiendose traicionado por aquel muchacho
—— Nunca quise engañarte, no estaba seguro de que fueras tú su gemelo, pero lo comprobé al probar tus labios —— se acercó al ojiambar y poso una mano en la mejilla de este —— un semihumano realmente hermoso.
Aquellas simples palabras podían cautivar el corazón de Aether, como si fuera un echizo en el que había caído preso. Aún no podía explicar porque le gustaba tanto la compañía de Albedo, quizás de debía a la magia que esté había usado en el rubio, quizás no.
—— No digas esas cosas, sabes el plan de Lumine... Sabes que no estaremos juntos —— murmuró mientras apretaba sus manos en puños por el nerviosismo
—— me encargaré de que estemos juntos —— se acercó más al rostro del rubio y dejo un beso en los delicados labios de este, un beso lleno de falsos sentimientos y promesas superficiales.
Fue fácil controlar a la hermana del muchacho, ya que estaba estaba encontrá del reino acuático por todo lo que habían echo en la antigüedad, y el solo quería acabar con aquel reino por simple capricho, porque era el único reino al que faltaba destruir.
Pero el muchacho rubio era incapaz de destruir el mundo, por eso tenía que manipularlo con los sentimientos frívolos que todos poseían, debía controlar sus acciones y que todo el mal que vaya a hacer se viera como si estuviera protegiendo su relación.
Estaba mal hacer esto, pero no le importaba, era un simple humano el cual confundió deseo con amor y al final termino enredado en una trampa de la cual no podría salir.
—— No soy un niño, y no puedes jugar con mi ingenuidad —— murmuró cuando se separaron el uno del otro, mirando como el rostro del ojiambar parecía decepcionado —— Pero estoy confiando en ti y entregando mi corazón, cuídalo..
Albedo sonrió, pero solo era máscara la cual se encargaría de usar todo el tiempo necesario hasta que Lumine pudiera controlar su canto correctamente así como su hermano.
