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Pronto el miedo se apoderó de él, podía sentir la pesada respiración de Xiao cerca, sin embargo aún no estaba seguro de quién había recibido la flecha, su vista estaba nublada y podía ver sangre en el suelo, esparciendose por este. Soltó un suspiró mientras pedís que no fuera nada malo y que no estuviera sucediendo. Tan peor pudo enfocar bien, al fin pudo ver lo que había sucedido.
La fecha había atravesado el pecho aquel rubio, el cuál había salido del santuario por curiosidad y miedo de lo que estaba pasando, este se mantuvo de pie unos momentos antes de que se desplomarse en el suelo, la sangre se había derramado momento antes, pero no era de ninguno de los dos.
No sabía si debería estar aliviado, sin embargo no sentía que Xiao se moviera para nada, eso lo asusto. Se levantó como pudo y giro a Xiao, el también tenía una flecha en su pecho, la cuál lo había atravesado desde su espalda. Sus ojos comenzaron a criztalizarse mientras posaba una mano en el rostro de Xiao, mirando como este apenas podía respirar.
—— Xiao... Vas a estar bien —— pronuncio sintiendo como un nudo se formaba en su garganta
—— Duele... Duele mucho, no quiero sentir este dolor —— pronunció mientras volteaba a ver a Venti, sus ojos se mantenía entrecerrados y la sangre se filtraba por su boca
—— tranquilo, yo te quitaré el dolor... Resiste por mi, no quiero perderte —— pronunció mientras mantenía su atención en el chico de mechas verdes, escuchando aún la pelea detrás de ellos
—— Está es nuestra última noche juntos... —— pronunció con esfuerzo, mientras llevaba su mano al rostro de venti
—— No, tranquilo... Nosotros lo arreglaremos, seguiremos juntos, lo prometo —— Las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos, había aprendido a amar a Xiao en el poco tiempo que se conocían, y ahora volvería a estar solo, no quería eso.
No quería volver a aquel mundo donde todos lo ignoraban, donde no había nadie para estar con el. No quería su lástima, solo quería que alguien lo necesitará, suponía que era un cobarde porque jamás se quiso sentir solo, pero ahora que había encontrado a alguien para pasar el resto de su corta vida, se lo estaban arrebatando.
—— Nunca entendí, no entendí porque te amo tanto y ni siquiera te conozco del todo —— respiraba con dificultad, mientras trataba de sonreír —— se que nadie vendrá a salvarme, dame un beso honesto y todo estará bien...
El peliturquesa asintió ante esto y se agachó, juntando sus labios con los de Xiao, probando el sabor metálico de la sangre en la boca de este, sus lágrimas en tardaron en salir, provocando que tuviera espasmos por el llanto.
—— no habrá nadie, que vaya a amarme como tú lo has echo... —— pronunció Xiao mientras cerraba sus ojos —— se feliz... No dejes que esto se termine
—— no, no va a terminar...
Aether seguía en el suelo, siendo acompañado por su hermana la cuál sostenía su mano con fuerza mientras las lágrimas escurrían de sus ojos, el rubio no sabía que decir, apenas la conocía pero no quería dejarla sola, no otra vez.
