Podemos hablar de lo estresante que suele ser tomar el micro, empezando con el tiempo que perdemos esperando a que realice su arribo; seguido de subir, pagar el boleto y cada día realizar un rápido escáner para saber donde te vas a ubicar, a mi parecer prefiero dirigirme a lo último, al fondo del colectivo para que a la hora de bajar sea más fácil y de pasó mantenerme lo más lejos de la gente, sabiendo el hecho de tener que viajar con tantas personas en un espacio reducido; ojo sin olvidarnos que debemos realizar esto todos los días, resulta completamente irritante pero para tolerarlo un poco voy escuchando música o leyendo un libro.
Lo bueno de realizar el mismo recorrido a diario es que llegas al punto de memorizas la ruta y este hecho te facilita el no tener que estar al pendiente el recorrido que hace el micro, permitiéndote usar esos minutos o incluso horas en otra cosa, ya sea de mayor importancia u/o algo que tú disfrutes.
Al principio me gustaba observar lo que sucedía analizando el comportamiento de los demás, madres e hijos, personas mayores, estudiantes, trabajadores y aquellos que al parecer vagan por la vida.
No es el mejor lugar para conocer personas pero si uno interesante y con bastante variedad sin importar nacionalidad, color, religión, ni sexo. Podes encontrar adolecentes tímidos, molestos, extravagantes, de mayores alegres y dulces hasta gruñones, de trabajadores que aúnque tuvieron un día más cansado de lo normal siguen siendo amables hasta aquellos agrandados y maleducados que se creen mejor que todos sólo por tener un poco más de dinero.
Pero después llego un tiempo que todo estos me aburrió y empecé a utilizar mi tiempo de viaje a la música, libros, escribir y ver o escuchar partidos de fútbol.Mientras les contaba todo eso decidía otra vez dirigirme hacía el fondo pero para mi mala suerte no hay asientos libres pero por lo menos aún no hay tanta gente eso es bueno, aunque ahora que lo recuerdo no les dije mi nombre pero tampoco se los voy a decir sólo mi inicial, presten atención... empieza... con... L ¿No les parece lindo? JAJAJA justo "L de lindo", okey basta.
Si hoy estoy escribiendo esto no es para contarles mis aburridas rutinas, eso sí que no señor, si no más bien para que sepan que crucé varias miradas con alguien muy lindo, en conclusión el estúpido viaje no resultó ser tan malo. Pues mi atención fue acaparada por un joven bastante bonito dueño de unos ojos verdes, mirada profunda y una sonrisa brillante.
Desde el primer momento que subió hasta que bajó no dejo de sonreír y ser amable, nunca se sentó las veces que lo vi, él cedía el lugar a alguien más, que persona más buena. Me llamo mucho la atención su estilo, a pesar de que su vestuario era totalmente negro a excepción de unos lentes blancos un poco avalados (al estilo de Willy Wonka) en su cabeza, se notaba que era alguien a quien le gustaba la moda.
Después de casi media hora de viaje fue su turno bajar para llegar a su destino y hasta incluso en ese momento dejo lugar para que las demás personas bajarán siendo él el último, lo que me tomo por sorpresa fue que antes de bajar se giró para mirarme directamente y sonreír son los labios cerrados mientras bajaba sus lentes, ante esta acción no pude evitar ponerme un poco colorado y descubrir que su sonrisa iba acompañada de unos hermosos hoyuelo.
Lo que quedo por recorrer me la pasé pensando en el "porqué" de su acción, sin saber como reaccionar ni que sentir, encima por ir concentrado en eso casi paso de largo la parado donde me toca bajar ¡que cosa increíble che!
Al bajar solté todo el aire que tenía atascado en mis pulmones, suspirando de alivio e intentado obtener aire nuevo que alivie mis nervios, que recién se calmaron poco después de caminar hasta la facultad, aunque no puedo creer lo que hizo, que descarado, como va hacer eso.
Bueno gente este a sido uno de mis viajes de rutina que no resultó serlo al final, me largo a hacer algo antes que le matan nos vemos pronto (va, les escribo pronto).
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「Miradas 」
FanfictionEse vago instante donde nuestras miradas conectaron y decidí sonreír sabiendo que probablemente no volveríamos a cruzarnos, incluso sabiendo que mi rutina cambiará en poco tiempo.